1 Jn 2, 18-21; Sal 95; Jn 1, 1-18.
«No te dejes cortar la cabeza»
Llegamos al final del año y nos abrimos al inicio de uno nuevo. Mucha alegría y fiesta. Tanta euforia que a veces nos confunde y perdemos el sentido de lo que celebramos. El apóstol san Juan sabía mucho de esto, por eso nos previene dándonos el cuarto criterio que habla de nuestro amor a Dios. Somos de la luz y andamos en la verdad porque “rechazamos al anticristo”. ¡Cuánta verdad encierra todo esto!
Con frecuencia abrazamos falsos profetas y engañosas doctrinas. Son tiempos de endulzadas predicciones. “Se va acabar el mundo este año” “Todo el mal que estamos viviendo es porque se acerca el fin del mundo”. Todas las cosas que están pasando en el mundo hablan del final”. Y nos llenamos de miedo. Otros la ponen más fácil y más que hablar de final nos prometen la felicidad. “Para que este año no te falte el amor, vístete de rojo” “Come unas uvas y pide que no te falte el éxito y el dinero”. Y así mil cosas más que corren en el ambiente y muchos creen.
Cuidado, cerrarnos a la luz y a la verdad nos puede cegar, como le pasó a aquellos dos científicos chinos encargados de calcular los eclipses solares. Los dos habiéndose emborrachado, equivocaron todos los cálculos. Por orden del emperador, el verdugo les cortó la cabeza a los dos. ¡Cómo han cambiado los tiempos! No te dejes cortar la cabeza. PARA TODOS UN BUEN AÑO. ¡FELICIDADES!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Jorge Pedrosa Pérez, C.M.
0 comentarios