La Medalla Milagrosa contiene los corazones de Jesús y de María, uno coronado de espinas y otro traspasado por una espada. El amor es capaz de vencerlo todo, por amor se puede todo.

La Medalla Milagrosa contiene los corazones de Jesús y de María, uno coronado de espinas y otro traspasado por una espada. El amor es capaz de vencerlo todo, por amor se puede todo.
María en el Evangelio de Lucas se nos presenta en constante movimiento, nunca vemos a la Virgen quieta o sedentaria.
La Medalla Milagrosa nos recuerda que María es la escogida de Dios, porque fue fiel y creyó en la Palabra de Dios.
Cuentan que, en tiempos de guerra, un soldado tomo consigo miles de Medallas Milagrosas y las arrojo desde lo alto a varios vecindarios, tal fue la devoción con que se realizó el hecho, que en aquellos lugares donde la medalla cayó se vio preservada de los bombardeos.
Los niños reciben la Medalla Milagrosa y aunque no saben leer o no saben de conceptos teológicos o dogmáticos, saben que es la Medalla de la Madre de Jesús y que ella con protección maternal cuida de ellos en los momentos más desdichados o felices de sus vidas.
La noche del 18 de julio de 1830, la Santísima Virgen María le pidió a santa Catalina un grupo de jóvenes que se consagrará a ella. María sin duda, conoce la fuerza que tiene la juventud para realizar trasformaciones positivas en la sociedad y en la Iglesia.
Hoy estamos enfrentando una de las crisis humanitarias más fuertes y sin precedentes, a causa de miles de personas que, huyendo de su país, han llegado a países vecinos o lejanos. Personas que caminan por días buscando mejores oportunidades, algunas mueren en el camino y las que no, tienen que enfrentar el desprecio, la indiferencia, el hambre y otras incomodidades.
Dios quiso que su Hijo naciera en una familia sencilla y humilde como la de María y José, en un pequeño pueblo de Nazareth. La Familia ha jugado un papel importante en el proyecto salvífico de Dios.
La Medalla Milagrosa es el signo de los sencillos, esos mismos que junto a la Virgen María siguen entonando un cántico de acción de gracias a Dios, porque se ha fijado en los humildes y tiene predilección por los que son marginados.
El mundo sufre dolores de parto, por el mal que el hombre ha hecho sobre él, la era industrial y a explotación desmedida de las riquezas naturales ha llevado al planeta a un callejón sin salida de desolación y miseria.
La Santísima Virgen acompañó a la incipiente comunidad en su misión de continuar la obra de Jesús. Sin duda ella animó, orientó y aconsejó a los apóstoles, pues la madre conocía muy bien a su Hijo.
En el hogar sencillo de Nazaret, María supo estar atenta a los signos de los tiempos, capto en su propio corazón el mensaje de los profetas, aceptando el llamado del Ángel Gabriel y asumiendo, con excelencia, la vocación encomendada por Dios.