“Yo soy Jesús a quien tu persigues, levántate»
Hech 9, 1-20; Sal 116; Jn 6, 52-59.
Saulo es un hombre de convicciones y camina agresivamente a destruir un nuevo estilo de vida que amenaza su religión; él es orgullosamente fariseo e hijo de fariseos. Pero Jesús le sale al encuentro: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» Saulo pregunta: “¿Quién eres tú…?» “Yo soy Jesús, a quien tú persigues, levántate.» Pablo “cae al suelo», entra en un proceso doloroso que va a cambiar radicalmente su relación con un Dios legalista y severo, se deja mirar por el Dios amor. La luz de la mirada de Jesús entra en su corazón y comienza a ver todo bajo la luz de su verdad y de su compasión por todos los hombres. Y Pablo recibe la misión de edificar la Iglesia.
¿Has caído alguna vez al suelo y tocado fondo? ¿Te das cuenta que es el paso de Dios por tu vida? Es la hora de levantarse, mirarte a ti mismo como Dios te ve y mirar a los demás con compasión. Es hora de reconstruir las relaciones con Dios, contigo mismo, con los demás: familia, vecinos, compañeros de trabajo, la naturaleza. Reconstruyamos juntos el tejido social roto. “Juntos» ¿quiénes?
El Espíritu Santo y nosotros. ¡Anímate, la vida es bella!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: María Luisa Fuentes Quesada HC
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