Hace un tiempo ya, estuve con un amigo y hermano, estudiando la forma de ayudar a una madre abandonada, con dos hijos, que habría sufrido violencia doméstica, mostrándonos el rigor como fue atacada por su esposo y no solamente a ella también a sus hijos, y había tenido que sufrir, además de los castigos y maltratos, también hambre, ya que el desalmado además de abusador era borracho, llamándome la atención que mi amigo reivindicara este deseo con una frase de la Santa Madre Teresa de Calcuta, que decía más o menos así: “Ya que tuvo, o le dieron una mala vida, que por lo menos tenga una Buena vejez y cuando Dios quiera una Buena muerte”.
Afortunadamente se hicieron muchos arreglos e intervinieron muchos hermanos; pero ya esa madre está encaminada a vivir mejor y como decía mi amigo, quizás tenga una “buena vejez” porque el abusador está preso y no podrá hacerle más daño, las frase me hizo recapacitar, pero sobretodo el interlocutor, por lo que a mi juicio, implica que la Santa Madre Teresa haya calado tan hondo en el alma popular y que su vida, su historia y sus vivencias sean estudiadas, conocidas y queridas, porque la humanidad ha comprendido su entrega a los humildes, a los que no tenían nada…
Mucho se ha hablado de la Santa Madre Teresa desde su muerte y antes, también y una de las facetas que más se han destacado, ha sido la superactividad que tenia, a pesar de su figura menuda y frágil; pero pocos se han detenido, o por lo menos yo, no lo he leído, de que la Santa Madre Teresa, rezaba y meditaba mucho. Más de cuatro horas diarias. Perdonen, pero yo me pregunto, ¿Por qué rezaba tanto la Santa Madre Teresa? Les soy sincero, no lo sé, pero pienso que viendo y viviendo la gran cantidad de problemas, necesidades, hambre etc. Que se les venían encima, seguramente le pediría a Jesús que le echara una mano y sobretodo que le diera a conocer “sus planes”. Pienso que la Santa Madre Teresa había escuchado y meditado muchas veces la frase del Evangelio: “vuestros caminos, no son mis caminos, vuestros planes, no son mis planes” y estas palabras las estudiaba constantemente en intentar descubrir los caminos y planes del Señor sobre ella y su obra.
Y nosotros ¿Qué hacemos? Que cada uno conteste en conciencia, yo el primero; pero me parece que por allí podemos ir todos, la respuesta es: Motivarnos a rezar mas, y porque no, mejor. Recemos no para tranquilizar nuestra conciencia, sino para descubrir los planes y deseos del Señor, que nos pide implicarnos, como se dice vulgarmente, hasta el cuello, en ayudar a un necesitado, cuando Dios nos lo coloque cerca de nosotros. No cerremos los ojos y miremos para otro lado.
A veces, nos asaltara la duda, de que si lo que estamos haciendo sirve para algo, entonces recemos con humildad, presentando todo lo que llevamos ente manos, todos nuestros planes, para que poco a poco descubramos o EL nos descubra cuáles son sus planes. Si la Santa Madre Teresa rezo e hizo tanto bien, nosotros débenos rezar mucho mas, para ir descubriendo en la oración los planes y caminos del Señor en el servicio que el desea que nosotros realicemos en esta mundo de tanta necesidad y hambre. Juntos tu y yo animémonos a este descubrimiento. Amen.
Por Víctor Martell
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