Novena a la Virgen Milagrosa 2019: día 4

por | Nov 21, 2019 | Asociación de la Medalla Milagrosa, Formación, Reflexiones | 0 comentarios

Oración:

Padre Misericordioso, Tú nos has enviado a tu Hijo Jesucristo, y en él has revelado todo tu amor, él se ha hecho historia con nosotros y nos ha predicado tu Reino de justicia, para librarnos del individualismo y del rencor. Concédenos la gracia de imitar siempre su vida, ayudados por la fuerza del Espíritu Santo, para poder ayudarte en la construcción de un mundo más humano.

Te pedimos que, a través de la meditación de tu Palabra y orando con fe esta novena podamos abrir nuestro corazón a la gracia de la conversión y que quienes portamos la Medalla Milagrosa, seamos verdaderos discípulos y testigos de Cristo Resucitado, para superar las contrariedades del mundo y llevar a otros la esperanza y la paz a nuestra sociedad.

Padrenuestro.

Gloria.

Oración a la Virgen María:

Madre de nuestro pueblo. La dulzura de tu mirada nos acompañe en esta novena que dirigimos en tu honor bajo la advocación de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Que todos podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios.

Queremos de tus manos prodigiosas, recibir esos rayos de misericordia infinita que tú derramas sobre tus hijos, ser nuevos y verdaderos discípulos capaces de comunicar a otros el mensaje liberador de Nuestro Señor Jesucristo, ayúdanos a encarnar el Reino de Dios, para hacerlo vida en medio de nuestra comunidad y de nuestra familia. Tú has asimilado con amor la Misión del Padre y nosotros queremos salir contigo al encuentro de los pobres y de los que sufren, queremos ser para los demás, rostro de madre que ama, cuida, contempla y en enseña. Amén.

Oh María sin pecado concebida
Rogad por nosotros que recurrimos a vos

Gozos:

Respuesta: puede ser el estribillo de una canción o la jaculatoria (Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que acudimos a ti.)

 Madre Milagrosa, de ternura y compasión
que haciendo historia de salvación
vas caminando siempre con tu pueblo
que a ti clama en la aflicción.

En mil ochocientos treinta,
en Francia, Calle del Bac,
auna pobre novicia,
la virgen santa se apareció.
Eran vísperas de San Vicente,
noche silenciosa de julio,
cuando la Madre dejó su trono
y en una pequeña capilla se presentó.

Siendo la media noche
un Ángel se apareció
para darle un anuncio
de parte de la Madre de Dios.
Las luces se iban prendiendo,
las puertas se iban abriendo
y al llegar a la capilla la hermana ansiosa la esperó.

La voz del cielo anunciaba
que la madre llegó.
La sede sacerdotal
con humildad ella ocupó.
La hermana Catalina
sus manos colocó
en las piernas de la Madre
y misión ella le encomendó.

En una mañana de noviembre
los sentidos no lo percibieron
pero un corazón atento
nuevamente a la Madre observó;
las insignias de la medalla
que Catalina vio, se han convertido
en fuente de milagro y amor.

“Haz acuñar una medalla”,
la Virgen le pidió
para ser portada por los fieles
con gran devoción.
Madre Santa, tu gran Medalla
es emblema de tu amor,
hoy nosotros la portamos
en señal de filiación.

Sea por Jesús, sea por María,
sea por el ejemplo de los santos que nos guían.
Y que por la Medalla Milagrosa
alcancemos la gracia de convertir
nuestros dolores en alegrías.

CUARTO DÍA

La Medalla Milagrosa y los pobres.

Signo: Un recorte con varias realidades de pobreza, un mercado, una Biblia y la siguiente frase: “Enaltece a los humildes y los colma de bienes”.

Símbolo: Los rayos, se los ponemos en las manos a la imagen de la Virgen.

Lectura del Texto Bíblico: Lucas 1, 46- 55

Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia.

Palabra del Señor

Reflexión:

La Medalla Milagrosa es el signo de los sencillos, esos mismos que junto a la Virgen María siguen entonando un cántico de acción de gracias a Dios, porque se ha fijado en los humildes y tiene predilección por los que son marginados.

Hoy nuestra sociedad desprecia a los pobres, los considera sujetos de su propia desgracia, pero en la dinámica del Reino de Dios los pobres son víctimas de sistemas deshumanizantes y que buscan el beneficio de unos pocos. Hay una pobreza que es asumida de forma profética y feliz, como lo hizo Jesucristo que vivió siendo pobre y alentando a otros a llevar una vida sencilla y libre de las preocupaciones materiales.

Pero la pobreza reviste muchas situaciones dramáticas hoy en día, muchos pobres viven en situaciones precarias, sometidos a la exclusión social, laboral y condenados a estar fuera de los sistemas educativos y de salud. Como cristianos estamos llamados a condenar aquellas personas que promueven políticas de exclusión, que se roban los recursos públicos y que sumergidos en la corrupción condenan a miles de personas en la miseria.

Explicación del Signo:

Los Rayos, significan las gracias que la Santísima Virgen María alcanza de Dios para todos sus hijos que acuden a ella con fe y devoción. Ella misma le ha dicho a Catalina que de sus manos se desprenden unos rayos que no dan luz, estos representan los favores que no se piden y ella quiere derramar. Jesús nos invita a pedir con insistencia en la oración, “pidan y se os dará” “al que llama se le abrirá”, por eso ella intercede para que aquellas cosas que son conformes a la voluntad de Dios se alcancen para nosotros. Dios escucha el clamor del pobre y lo atiende en su aflicción, pues siente el dolor del pueblo que es oprimido y alienado.

Preguntas para reflexionar:

  • ¿De qué manera somos parte de la solución o del problema en las realidades dramáticas de pobreza?
  • ¿Soy consciente que muchas caigo en la sociedad de consumo y me olvido de las necesidades de mí prójimo?

Oración a la Virgen Milagrosa:

Virgen Inmaculada de la Medalla Milagrosa, que te manifestaste a Santa Catalina Labouré como mediadora de todas las gracias, atiende a mi plegaria.

En tus manos maternales dejo todos mis intereses espirituales y temporales, y te confío en particular la gracia que me atrevo a implorar de tu bondad, para que la encomiendes a tu divino Hijo y le ruegues concedérmela, si es conforme a su voluntad y ha de ser para bien de mi alma.

Eleva tus manos al Señor y vuélvelas luego hacia mí, Virgen poderosa; envuélveme en los rayos de tu gracia, para que a la luz y al calor de esos rayos me vaya desapegando de las cosas terrenas y pueda marchar con gozo en tu seguimiento, hasta el día en que bondadosa me acojas a las puertas del cielo. Amén.

Descargar la Novena completa pulsando sobre la siguiente imagen:

Fuente: https://www.corazondepaul.org/

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