“La mies es mucha, y los obreros, pocos”
Is 30, 19-21. 23-26; Sal 146, 1-6; Mt 9, 35-10, 1. 6-8.
“Con tus ojos verás a tu Maestro”, nos dice Isaías en la primera lectura. Y en el evangelio vemos a Jesús recorriendo ciudades y aldeas, anunciando el evangelio, curando las enfermedades, compadeciéndose de las gentes, y advirtiendo a sus discípulos que la mies es mucha y los obreros son pocos. Por eso los llama, les comparte su poder sobre los espíritus inmundos y las dolencias y los envía a evangelizar las ovejas descarriadas de Israel. “Éste es el Camino, caminen por él”, termina diciéndonos Isaías. 3
¡Cómo tendríamos que ser vivas llamaradas que comparten con otros la luz, la compasión y el anuncio del evangelio de Jesús! Con gratitud, con humildad y sin miedo ni excusas. ¿Dónde, cuándo, cómo, con quienes? Tú sabes de tu vida, tú puedes concretar la respuesta a esas sencillas preguntas.
Rodrigo Miranda es un joven misionero chileno. Lleva diez años en Oriente Medio, y los últimos 4 en Sería, entre los cristianos perseguidos. En estos años “jamás he escuchado a un cristiano renegar de Cristo, aunque pierdan la vida por ello…Cuando uno vive tan intensamente la vida de fe y regresa a Occidente, donde se ve un cristianismo tan “light”, llega a la conclusión de que es necesario el testimonio de los cristianos de Medio Oriente para hacernos despertar”.
¿Deseamos hacerlo y abandonar nuestras prudencias?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Honorio López Alfonso, C.M.
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