El P. Santiago Arribas, C. M., que está destinado en la Comunidad de Granada y que es párroco de la Parroquia “Regina Mundi” de la ciudad granadina, nos envía una crónica y unas fotos de su visita a Haití, unos días antes de que el tristemente famoso huracán “Matthew” dejase un rastro de muerte y destrucción a su paso por la Isla caribeña.

El motivo primero y principal de la visita del P. Santiago Arribas fue la conmemoración y celebración de los 30 años de la fundación de la Misión de Haití y de la presencia de la Congregación de la Misión allí. Precisamente, el P. Santiago Arribas fue el primer Misionero Paúl que comenzó esta Misión vicenciana de Haití el 27 de septiembre del año 1986. Por eso, su testimonio, treinta años después, tiene una gran importancia histórica y una notable carga emotiva. A continuación, transcribimos, tal cual, la crónica que él nos envía:

“De mi visita a estas queridas y entrañables tierras, voy a relatarles, con brevedad y síntesis, los dos pasos más importantes. Porque la celebración de los 30 años de presencia de la Congregación de la Misión en Haití, se puede resumir en dos pasos o en dos momentos centrales e importantes. Son los siguientes:

• Primer paso: celebración en Puerto Rico, lunes 19 de septiembre de 2016.

Como no se puede recoger la cosecha si no se ha sembrado, lo primero que hicimos fue agradecer a Dios la vocación de los Misioneros Paúles. El P. Maximiano Santos Nogal, C. M., que ha dedicado toda su existencia, 50 años de vocación, a la Misión en Santo Domingo, es uno de ellos. No pudo acompañar la celebración de su curso por su condición de salud. A su lado, dimos gracias a Dios por la presencia misionera de Manuel Aznar Bello, C. M. y Santiago Arribas, C. M., que ya habían celebrado con su curso este acontecimiento.

A la celebración de la Eucaristía y a la mesa fraterna posterior asistieron todos los cohermanos de la Isla. Fue muy emotivo. Los sacerdotes jóvenes dijeron que se sentían animados a seguir las huellas que dejaron en su vocación los ejemplos y sudores de los mayores.

• Segundo paso: celebración en Haití, martes 27 septiembre 2016.

La historia nos remonta al año 1985. El entonces Superior General de la Congregación de la Misión, Padre Richard McCullen, C. M., está realizando la Visita canónica a la Provincia de Puerto Rico. El entonces Visitador de la Provincia, Padre Gregorio Alegría C. M., y su Consejo alquilan una avioneta y llevan al Padre McCullen a Haití. Es el día 14 de octubre.

Haití no es demasiado conocida. Cuando el terremoto del 12 de enero de 2010, las agencias de noticias tuvieron que recurrir a sus mapas para enterarse de dónde estaba ubicada. Así, Haití nos suena por ser la parte de la isla Española azotada, hace seis años, por el terremoto y, en un pasado no muy lejano, por los golpes de Estado frecuentes. Yo pasé cuatro durante tres años. Haití es noticia por la dependencia y falta de proyectos prácticos para el desarrollo. Haití ha sido noticia, en este pasado día 6 de octubre de 2016, por el paso demoledor del  huracán ‘Matthew’.

Así, volviendo a donde estábamos, el Padre McCullen se entrevista con el Arzobispo de Puerto Príncipe, entonces Monseñor François Wolf Ligondé, de quien recibe esta exclamación: ‘Haití es un país vicenciano’. Las Hijas de la Caridad llevaban ya trece años sirviendo y evangelizando en Haití. Y constantemente estaban elevando súplicas para que la presencia de los Sacerdotes de la Congregación de la Misión se hiciera real por la necesidad de un acompañamiento espiritual y una atención efectiva y cercana.

Como consecuencia de esta llamada y de la insinuación del Padre McCullen, el día 27 de septiembre de 1986 llega a Haití el Padre Santiago Arribas, C. M. para comenzar la Misión vicenciana en Haití. Empieza residiendo en el Seminario de la Diócesis. Luego de dos años y después de defenderse en la cultura y en la lengua, empieza a buscar un terreno donde la Congregación pueda sembrar inquietudes y echar raíces. Ya teníamos en el Seminario de Santo Domingo varios jóvenes haitianos estudiando teología, y otros que fue acompañando el Padre Santiago durante sus años en Haití.

Así, el 27 de septiembre de 1990, la Congregación de la Misión inaugurará la Casa Misión en el Barrio Tabarre / Fleuriot.

Hoy son 21 sacerdotes y un Hermano, con dos casas en Puerto Príncipe, una en Thomazeau y otra en Jacmel. La Congregación, de aquella pequeña semilla, ha florecido copiosamente. A pesar de las circunstancias políticas y atmosféricas, sigue fuerte y creciendo. Algunos podíamos aprender, en nuestras parroquias, de su actividad social y pastoral. Las celebraciones litúrgicas de los domingos y días de fiesta son participativas y celebrativas. Una misa festiva dura de tres a cuatro horas, y nadie se va ni se queja, a pesar del calor agotador. Se baila, se canta, se ofrece, se reza, se participa. Es una gozada de celebración.

Esta celebración de misa y mesa para todos los asistentes, del día de San Vicente de Paúl de este año 2016, llenó el patio, la Iglesia y los alrededores. Se presentaron los sacerdotes paúles que habían trabajado en la creación de la Misión de Haití: Santiago Arribas, René Suffrin, Faustino Burgos y otros. Se animó a los jóvenes seminaristas a luchar por el pueblo de Dios, haciendo Iglesia y fraternidad en la Congregación de la Misión que, de humildes comienzos, está dando su fruto.

Autor: P. Santiago Arribas, CM
Fuente: cmglobal.org