Sociedad de San Vicente de Paúl

Mensaje de Navidad del Presidente General de la Sociedad de San Vicente de Paúl

En la Navidad de 1833, los siete fundadores de la primera Conferencia de Caridad vivieron el profundo significado del nacimiento de Jesucristo, como un acto de redención y amor incondicional de Dios. Su testimonio nos invita a vivir la Navidad y el Año Nuevo con fe, perdón y solidaridad, compartiendo el amor divino con quienes más lo necesitan.

Contemplación: Dejemos de hablar, comencemos a actuar

El Papa Francisco, en Fratelli Tutti, y Emmanuel Bailly advierten contra el exceso de debates y burocracia, enfatizando que la verdadera caridad reside en la acción, la humildad y en evitar la tentación de buscar elogios o publicidad por las buenas obras. Federico Ozanam también destaca que la santidad y el perfeccionamiento se logran a través de actos de caridad, no mediante planes elaborados o discusiones autocomplacientes.

Contemplación: Un alma noble

El beato Federico y su esposa Amélie Soulacroix dieron ejemplo de una profunda santidad compartida que enriqueció sus vidas e impregnó su servicio a los pobres mediante la Sociedad de San Vicente de Paúl. Su matrimonio, cimentado en la fe, el estímulo mutuo y el amor, no sólo fortaleció a Federico en su vocación, sino que también fomentó el espíritu vicenciano de Amélie, ya que trabajaron juntos para dar consuelo y alivio a los necesitados.

Contemplación: Sé muy alegre

La verdadera alegría de dar viene de ver la caridad como un servicio a Cristo mismo, no como interrupciones. Con amor y gratitud, esta vocación trae gracia y una alegría profunda y duradera.

Contemplación: Dejemos de hablar, comencemos a actuar

Contemplación: Dejemos de hablar, comencemos a actuar

El Papa Francisco, en Fratelli Tutti, y Emmanuel Bailly advierten contra el exceso de debates y burocracia, enfatizando que la verdadera caridad reside en la acción, la humildad y en evitar la tentación de buscar elogios o publicidad por las buenas obras. Federico Ozanam también destaca que la santidad y el perfeccionamiento se logran a través de actos de caridad, no mediante planes elaborados o discusiones autocomplacientes.

Contemplación: Dejemos de hablar, comencemos a actuar

Contemplación: Un alma noble

El beato Federico y su esposa Amélie Soulacroix dieron ejemplo de una profunda santidad compartida que enriqueció sus vidas e impregnó su servicio a los pobres mediante la Sociedad de San Vicente de Paúl. Su matrimonio, cimentado en la fe, el estímulo mutuo y el amor, no sólo fortaleció a Federico en su vocación, sino que también fomentó el espíritu vicenciano de Amélie, ya que trabajaron juntos para dar consuelo y alivio a los necesitados.

Contemplación: Dejemos de hablar, comencemos a actuar

Contemplación: Ser vicentino

Los Elementos Esenciales de la Sociedad de San Vicente de Paúl —Espiritualidad, Amistad y Servicio— son iguales, inseparables y esenciales para su identidad, ya que unen a los miembros en una misión compartida de acción caritativa guiada por la fe. Esta unidad no sólo fortalece el vínculo entre los miembros, sino que también se extiende a aquellos a quienes sirven, reflejando un compromiso más profundo de vivir y compartir la fe, tal como lo ejemplificó el Beato Federico.

Contemplación: Dejemos de hablar, comencemos a actuar

Contemplación: Una reserva sin límites

La regla de la Sociedad de San Vicente de Paúl desaconseja acumular dinero, haciendo hincapié en que los fondos deben utilizarse generosamente para las necesidades actuales sin hacer presupuestos para el futuro, confiando en que la Providencia proveerá según sea necesario. Sin embargo, más importante que la ayuda económica es ofrecer compañía, empatía y amor a los necesitados, ya que la verdadera caridad no está limitada por los recursos materiales.

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