“Guardemos en nuestro corazón la Palabra de Dios”
Hech 14 ,5-18; Sal 113b; Jn 14, 21-26.
«Si me aman” es una oración condicional; es decir, Jesús nos pone como condición el amarlo, y para amarlo debemos guardar en nuestro corazón su Palabra, no en nuestra mente, no en nuestra inteligencia, debemos guardar su Palabra en nuestro corazón, al estilo de María (Lc 2, 51).
Frecuentemente nuestro corazón está lleno de todo menos de la Palabra de Dios. Cada uno debe preguntarse qué hay en su propio corazón; tal vez encontremos odios y rencores del pasado, sentimientos negativos… ¿Y cómo nos llenaremos de la palabra de Dios si nunca la leemos? ¿Cómo nos llenaremos de la palabra de Dios si no asistimos a misa, si nuestro corazón está lleno de todo menos de Dios?
Volvamos nuestro corazón al amor de Dios y dejémoslo entrar en nuestra vida, escuchemos su Palabra, leámosla, meditémosla y guardémosla (como lo hizo la virgen María) en nuestro corazón; que nuestro corazón se llene de la Palabra de Dios para cambiar el mundo, ya que necesita de esa Palabra para ser sanado de todo aquello que hoy lo está destruyendo.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Iván Pech May C.M.
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