El 28 y 29 de marzo, las alumnas del instituto Normal Casa Central participaron en el Retiro de preparación de Cuaresma, para vivir estos días con más fervor y valorar el inmenso amor de Dios para con cada uno de sus hijos e hijas.

Compartimos nuestras experiencias:

Fue un retiro muy bonito, reflexivo y educativo, tuvimos un gran momento de comunicación con Dios, Francisco y su esposa nos invitaron a buscar más de Dios, también nos dejó con la experiencia de la manera tan especial que tiene Dios para manifestarse con quien más lo necesita, pudimos relacionarnos tanto personal como grupalmente.  Sin duda fue un retiro que nos enseñó que podemos buscar de Dios de muchas maneras y que no específicamente tiene que ser aburrido, si no que el significado de ser católicas es tener una conversión y una confianza muy fuerte con Dios de una manera que nos llame la atención, que no tiene que ser forzada si no que el amor que surge de nosotras hacia Él es totalmente natural y que lo que Dios quiere para nuestra vida es solamente el bien y que sigamos el camino de la verdad, honestidad y el arrepentimiento, este retiro nos hizo acercarnos mucho más a Dios y nos hizo querer buscar más de Él y su Palabra.

Mi experiencia con el retiro fue muy buena, hablamos de como ver nuestro interior, ver todas nuestras heridas de la infancia y sobre todo a soltar todo lo que nos ha dañado o causado intranquilidad. Muchas veces estamos día a día luchando con muchas cargas que no son de nosotras, pero no lo notamos, somos tan vulnerables ante los problemas, que el Señor viene a nuestro auxilió de manera que no podemos comprender, Él tiene su tiempo y como lo dijo en el Evangelio según San Juan (10 – 9, 10) «yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrara y saldrá y encontrará pasto. El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia».

Mi experiencia en el retiro fue de mucha reflexión, me ayudó a sacar todas aquellas heridas que por mucho tiempo he llevado dentro de mi persona, esa cruz que muchos llevamos día con día así como lo hizo Jesús, pero sobre todo aprendí a que soy una persona valiosa, y que a pesar de las dificultades tengo que salir adelante, sobrellevando todo obstáculo del camino, me compromete a ser una mujer de bien en todo momento y sobre todo no dejarme llevar por malos comentarios que quieran afectar mi vida, mi compromiso es aprender a ser como Dios, bondadoso, humilde, lleno de amor, y sin rencor alguno en este tiempo de Cuaresma para perdonar a todo aquel que se nos presenta como enemigo.

El día jueves 30 se meditó el vía Crucis viviente, preparado por todo el alumnado y el personal. Agradecemos al Dios de la Vida que nos regala los medios necesarios para meditar en su Amor por la humanidad.

He resucitado y estoy contigo, aleluya;
Has puesto tu mano sobre mí, aleluya.

Juventud Mariana Vicentina (JMV) Guatemala.