“Si nos atrevemos a salir de nosotros mismos e ir a las periferias, allí encontraremos a Jesús, porque Jesús nos primerea en la vida del hermano que sufre y está descartado. Él ya está allí”. El amor no está muerto, nos llama y nos envía. Pidamos el valor apostólico de llevar el Evangelio a los demás y de renunciar a hacer de nuestra vida cristiana un museo de recuerdos. Dejemos que el Espíritu Santo nos haga contemplar la historia en la clave de Jesús resucitado, así la Iglesia será capaz de seguir adelante acogiendo en ella las sorpresas del Señor, recuperando su juventud, la alegría y la belleza de la esposa que va al encuentro del Señor (Cf. Vatican News 25/09/2018, Palabras del Papa a los jóvenes en el encuentro ecuménico en la Iglesia Luterana “Kaarli”).
¿Dónde está nuestra periferia geográfica?
Si contemplamos un mapa del territorio español, podremos observar que el Centro Penitenciario Puig de les Basses está situado al este más este de la Península ibérica, a tan solo 26 kilómetros de la frontera con Francia.
Está ubicado en el término municipal de Figueres y sustituye a las antiguas prisiones de Figueres y Girona. Se puso en funcionamiento en junio de 2014 y es el sexto centro penitenciario construido por la Generalitat desde que asumió las competencias en materia de ejecución penal en 1984.
https://justicia.gencat.cat/ca/departament/infraestructures/centres_penitenciaris/cp_puig_basses/
¿Por qué esta explicación?
Sencillamente para argumentar que nuestra labor pastoral se sitúa en un ámbito ya de por sí en periferia geográfica, situado en lo alto de un montículo, desde el cual se puede contemplar, desde su exterior, gran parte de nuestra región de l’Alt Empordà. Desde el interior de sus enormes muros, solo se contempla el cielo azul intenso característico de aquí, nada más… En la construcción del centro se han aplicado técnicas líderes y cuidado especial en la reducción del impacto visual, de modo que los edificios se adaptan a la orografía natural del terreno (https://justicia.gencat.cat/ca/departament/infraestructures/centres_penitenciaris/cp_puig_basses/).
Nuestra periferia existencial
“El vuelo que el Papa Francisco da al concepto Periferia, se refiere principalmente a todo tipo de desintegración o vulnerabilidad social —y cuando dice social se refiere a aquellas cosas que principalmente dependen del tipo de vinculación que uno tiene con los demás y la sociedad—. Según el Papa, las periferias son máquinas de desintegración, pero también lugares de solidaridad y resistencia entre los desvinculados” (Cf. Revista Vida Nueva nº 3289. La periferia de Francisco como concepto social, Fernando Vidal, director de la Cátedra Amoris laetitia).
En ese lugar de solidaridad y resistencia entre los desvinculados, tiene lugar nuestro encuentro semanal con las personas privadas de libertad que habitualmente visitamos en el Centro Penitenciario. Sólo entrar en el primer control, nuestro corazón nos recuerda que es el mismo Jesús quien nos dice: “Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me recibisteis, anduve sin ropa y me vestisteis, caí enfermo y me visitasteis, estuve en la cárcel y vinisteis a verme” (Mt. 25,35-36).
En esta Periferia existencial, se realiza nuestra tarea pastoral de los viernes por la tarde.
El equipamiento tiene una superficie construida de 61.642,43 metros cuadrados, está preparado para albergar 1.174 internos y dispone de 620 celdas, distribuidas en nueve módulos y cuatro unidades singulares.
El Centro Penitenciario Puig de les Basses consta de 17 edificios, de los que destacan los nueve destinados a módulos residenciales, el módulo de ingresos y el departamento de régimen cerrado. El equipamiento también cuenta con enfermería, un edificio educativo, formativo y cultural que acoge, entre otros servicios, una escuela de formación para personas adultas-, un área de deportes y una zona de servicios en la que están ubicados los talleres productivos.
Puig de les Basses es un centro mayoritariamente para hombres penados adultos, aunque también dispone de módulos específicos para jóvenes y mujeres y para internos preventivos (https://justicia.gencat.cat/ca/departament/infraestructures/centres_penitenciaris/cp_puig_basses/).
Como se puede apreciar, dentro de esta periferia ya se encuentra otra periferia: la realidad minoritaria de mujeres, pues al haber sólo un módulo para ellas, se encuentran todas las periferias juntas y mezcladas: sobretodo las existenciales y las de salud mental.
¿Cuál es nuestra tarea como equipo de pastoral?
Nuestra tarea como equipo es llevar la presencia de Dios a través de su Palabra y con nuestra pastoral de la escucha. Nos sentimos enviados desde las parroquias, desde el obispado. Ya que ellos y ellas no pueden salir, es la parroquia la que entra en la cárcel.
Gracias a los encuentros organizados en el módulo educativo, con una oración guiada a partir de la Palabra, o con una Eucaristía mensual en el mismo lugar, las personas a las que atendemos pueden salir por un espacio de dos horas de sus módulos habituales y disfrutar así de un momento de recogimiento con Dios. También realizamos atención individualizada o grupal en los mismos módulos.
En ocasiones invitamos a otras personas que colaboran con nosotros en la pastoral: con motivo de la presentación de algún libro de interés, una película o sencillamente ofrecer cantos de Navidad o animar un encuentro de oración al estilo de Taizé. Hay alguna persona de la parroquia que mantiene correspondencia con alguna interna y se compromete a rezar por esa persona. Es un acompañamiento espiritual muy profundo y que constatamos que provoca un bien mutuo…
Este año también hemos colaborado con el equipo de educadores para la entrega de juguetes a los hijos de los internos que lo pidieron, en ocasión de la Fiesta de la Epifanía del Señor. Fue un momento entrañable con una historia detrás. Esta entrega de juguetes a los niños, con la colaboración del Consejo evangélico que se vistieron de pajes reales, fue fruto de una cadena inmensa de solidaridad entre las parroquias de Figueres. Se hizo una recogida durante el mes de diciembre y el resultado fue muy generoso. Cada niño recibió unos cuantos regalos.
En una ocasión organizamos una salida programada para algunos internos a un Santuario Mariano dentro de nuestra región. Fue una experiencia extraordinaria en todos los aspectos y a tener en cuenta para repetirla este año que acabamos de estrenar.
También hay algún voluntario que se relaciona con alguna interna que ha cambiado de Centro Penitenciario a través de la correspondencia. Es la manera de mantener la esperanza y de continuar así la comunión.
En fin… en el Puig, como normalmente llamamos a esa, nuestra Periferia, hacemos lo que buenamente podemos. El deseo profundo es atender a las personas privadas de libertad, ofrecerles la Palabra, llevarles a Dios y sobre todo, escuchar, escuchar, escuchar y llevar todo, todo al Señor de nuestras vidas a través de la oración.
“Estuve en la cárcel y vinisteis a verme”
Sor Rosa Murgui, HC,
Voluntaria de la Pastoral Penitenciaria del Obispado de Girona.
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