En estas fechas, que nadie nos separe de lo importante: Jesús nace y se hace uno de nosotros. Lo demás es accesorio.
Reflexión:
Es una verdad tan sencilla y obvia que casi se nos olvida: no hay Navidad sin Jesús. Él es el centro de las celebraciones para el creyente. Las fiestas navideñas tienen un marcado carácter íntimo, familiar, en las que, primero, recordamos a un pareja de jóvenes esposos, José y María, que viven la experiencia única del alumbramiento de su hijo, y segundo el misterio que supone —y el asombro que provoca— que el mismo Dios decida acercarse a nosotros de una manera tan sencilla y maravillosa como es la encarnación.
Desgraciadamente, el paso del tiempo y una sociedad cada vez más increyente han hecho que las fiestas navideñas, por una parte se vayan vaciando de su contenido original y, por otra se vayan llenando de accesorios y aspectos que nada tienen que ver con su espíritu profundo. Causa risa y espanto a la vez el ver en algunos de nuestros países y sociedades cómo se celebra la Navidad eliminanto totalmente a Jesús.
Que no sea así entre nosotros. Nunca olvidemos que no hay Navidad sin Jesús, y que sin Él lo que hagamos es pura pantomima. Que Jesús sea el centro de nuestra familia, nuestras iglesias, y nuestro corazón, durante estas fechas.
¡Feliz Navidad!
Letra:
De todos sitios han llegado a Macchupicchu
gente para celebrar
el equinoccio de verano que me han dicho
es la navidad astral.
El Jockey Plaza está repleto de trineos,
Papás Noeles, pinos y demás
mientras Jesús está en el estacionamiento
casi en la puerta de atrás.
Llévense si quieren los regalos
el puré de manzana y el pavo,
llévense las luces y hasta al árbol
pero al Niño en su pesebre
no se atrevan ni siquiera a tocarlo.
Porque no hay Navidad sin Jesús,
no hay Navidad sin Jesús.
Vendan lo que vendan, inventen lo que inventen:
no hay Navidad sin Jesús.
No hay Navidad sin Jesús,
no hay Navidad sin Jesús.
Compren lo que compren, inviertan lo que inviertan:
no hay Navidad sin Jesús.
Que hace el señor de barba blanca y traje rojo
como el rey de la Navidad
si allá en el cielo se revuelve del enojo
el propio san Nicolás.
Si Harry Potter y las brujas hoy celebran
Halloween igual que Navidad,
entonces tú serás «Scrooge» por aguafiestas
y yo el «Grinch» por antisocial.
Llévense todo el aguinaldo
y si quieren también el feriado,
llévense en champán de regalo,
pero al niño en su pesebre
no se atrevan ni siquiera a tocarlo.
Letra y música: Luis Enrique Ascoy.
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