“¿Quién es éste?”
Ecli 1, 2-11; Sal 89; Lc 9, 7-9.
¿Alguna vez has soñado con un mundo diferente? ¿Uno donde nadie pase hambre o donde nadie tenga que sufrir o llorar? Si es así, seguramente eres una persona entusiasta, con miles de ideas; tu corazón se asemeja a un cofre lleno de tesoros y de esperanzas que no tardará en mover otros corazones, pueblos y países enteros, porque terminarás arrastrando a otros sin saber siquiera cómo sucede todo. Así era Jesús, capaz de maravillar a todos, porque todo es posible para quien que ama.
Del otro lado del relato de hoy se encuentra Herodes: asesino de la justicia, hombre inmoral, vacío de piedad, ávido de poder, aniquilador de la esperanza, que desprecia la vida ajena considerándola un obstáculo; de esos que no esperan nada porque están llenos de sí mismos y aun así se llenan de temor frente a quien ama, precisamente porque ellos tienen el corazón vacío.
Que se diga de los cristianos ¿Quiénes son estos de quienes oigo tales cosas? Aman tanto, que todo les parece posible y hasta los malhechores tiemblan frente a ellos.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Carlos Regino Villalobos E. C.M.
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