“El Espíritu del Padre hablará por ustedes”
Os 14, 2-18; Sal 52; Mt 10, 16-23.
En este trozo del evangelio Jesús advierte a sus apóstoles sobre lo que les espera en su misión: “Los envío como corderos en medio de lobos”, es decir, sin ninguna defensa. Les advierte que la gente los llevará ante los tribunales y los azotarán en las sinagogas. Todo por causa de Él, pues el cristiano que sigue a Cristo puede correr la misma suerte que el maestro.
Pero también les da signos de esperanza: “No se preocupen, no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu del Padre hablará por ustedes”. Les da la seguridad de que no están solos, Dios está con ellos y les dará la fortaleza que necesitan y eso lo vemos cumplido en la primera Iglesia, en el libro de los Hechos de los Apóstoles.
También habla de la división familiar. ¡Cuántas quejas de tantos cristianos porque tienen problemas o porque no les va como quisieran! También a estos los anima Jesús a resistir hasta el final, y a todos nos da ánimos y esperanza. No nos extrañe encontrarnos con dificultades y contradicciones, pensemos que a Jesús no le fue mejor.
Animémonos y vivamos en la esperanza y en la seguridad de que él está siempre con nosotros.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Silvia Bermea Ordóñez HC.
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