“Ten ánimo hija, tu fe te ha sanado”
Os 2, 16-22; Sal 146; Mat 9, 18-26.
San Mateo nos presenta a un jefe de la sinagoga rogándole a Jesús que vaya a imponerle las manos a su hija, que acaba de morir, para que recobre la vida. Jesús accede a su petición poniéndose en camino. En el trayecto una mujer que llevaba 12 años padeciendo hemorragias se le acercó por detrás y le tocó el manto y al instante, nos dice el evangelio, quedó sana. Y Jesús le dice: “ten ánimo tu fe te ha sanado”.
La fe del jefe de la sinagoga y de la mujer logra el milagro que desean, y Jesús responde a esa fe mostrando su poder sobre la enfermedad y la muerte.
La fe es la respuesta que Jesús espera de nosotros, es esa virtud que nos hace creer en Dios y creerle a Dios, confiar en Él plenamente, descubrirlo en nuestra vida, en nuestra persona y en la persona de los demás, especialmente en la per- sona de los Pobres, con quienes él se identificó abiertamente. La fe es la virtud que el Señor nos regala, por medio de su Espíritu Santo, desde nuestro Bautismo.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Silvia Bermea Ordóñez HC.
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