El pasado viernes, 1 de julio de 2022, se celebró la reunión vía Zoom de la  Confraternidad de Radio Difusores vicentinos. Creo oportuno aclarar que las Confraternidades tomaron auge vicentino en el 2020, la idea era que todos los participantes de cualquier oficio crearan su propio grupo, hermanos que estaban trabajando en su profesión y podían ofrecer sus servicios a los más necesitados. La euforia nos llenó a todos, sobre todo a los más viejos, porque veíamos hecho un sueño realidad. Recuerdo que en aquella época éramos como 17 nuevas confraternidades listas a trabajar y llenas de entusiasmo. En esta reunión no pudo estar presente el Padre Flavio Pereira por su viaje al Brasil y uno de los grandes creadores de esta gran idea. Fuimos muy pocos los que asistimos.

Es natural, el pesimismo llenó nuestros corazones, porque a tanto tiempo de creada la Confraternidad, los hermanos comprometidos no asisten a las reuniones, yo no sé en las otras Confraternidades si  pasa lo mismo; pero quiero decirles y ustedes lo saben muy bien que el vicentino no es un ministerio más de la Iglesia católica, es una vocación que sale de nuestros corazones caritativos y vemos en el necesitado el rostro de Jesús. Por lo tanto, debemos trabajar arduamente para que estas grandes confraternidades regresen a sus labores. Comprendo que uno de los grandes factores de esta disidencia ha sido la pandemia que nos ha azotado a todos. Vamos a hacernos el compromiso, como decía nuestro hermano Clever, de traer por lo menos dos amigos para que participen en la Confraternidad que les corresponde y participar en las reuniones porque es nuestra obligación.

Yo propuse a la reunión y todos estuvieron de acuerdo, que se fijara una fecha para más adelante, para que todas las confraternidades con sus miembros y las personas interesadas, participaran vía zoom, el Padre Carlos quedó en coordinar con Flavio Pereira esta reunión y que se invitaría a los altos dirigentes de todas las ramas vicentinas, porque la Confraternidad debe ser nuestra bandera,  para el futuro y todos estamos comprometidos en esta misión.

Por Víctor Martell