“Ustedes han oído que se dijo… pero yo les digo”
1Re 19, 9. 11-16; Sal 26; Mt 5, 27-32.
Hay muchos escritos y reflexiones sobre el Evangelio que hablan de «radicalidad», término que viene de la palabra «raíz». Estamos hablando por tanto de algo profundo. En ocasiones decimos que hay que extirpar un tumor «desde su raíz». Así Jesús quiere ir al fondo de las cosas, para que no nos quedemos en la superficialidad o en las realidades que son más bien consecuencias. Cuando un árbol comienza a tener sus hojas secas no le ponemos agua a las hojas sino a la raíz; lo mismo sucede con nuestra vida.
En el evangelio Jesús nos presenta mensajes que son radicales. Busca con ello que quienes han decidido seguirlo, lo hagan con entereza, desde el fondo, asumiendo su proyecto de vida y tratando de ser coherentes al plan de salvación que Él nos ofrece. Por eso dirá: el que no está conmigo, está contra mí. El que no recoge conmigo, desparrama (Lc 11,23).
Hacer nuestro mejor esfuerzo y contar y confiar con la gracia y la ayuda de Dios es la manera como podremos ir siendo más fieles al mensaje de salvación que Jesús nos ofrece. Porque lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. Todo lo puedo en aquel que me fortalece (Flp 4, 13).
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Benjamín Romo Martín C.M.
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