“La diestra del Señor ha hecho maravillas. Aleluya”
Hech 4, 13-21; Sal 117; Mc 16, 9-15.
En el evangelista san Marcos Jesús resucitado sigue incomprendido por algunos de sus amigos.
María Magdalena y dos que iban de camino lo vieron vivo y dieron la noticia a la comunidad de discípulos, pero ellos no les creyeron.
Jesús los visita mientras compartían el pan, el vino y seguro un poco de pescado; a los once los reprende por su incredulidad. Es una de las características del evangelista, señalar la dificultad de los discípulos para creer en Jesús.
La fe en Jesús es don, no imposición a fuerza de palabras o milagros, implica disposición, búsqueda desinteresada.
Los discípulos que creyeron anunciaron la salvación en el nombre de Jesús, lo hicieron de tal forma que los mismos que conspiraron para acabar con su Maestro, se admiraron y quedaron sin réplica ante el milagro y el discurso de aquellos pescadores; esos hombres sin instrucción sí pudieron reprochar a las autoridades su incredulidad. Porque al fin lo habían comprendido todo y estaban dispuestos a dar testimonio de Jesús muerto y resucitado.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Alicia Margarita Cortés C. HC
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