“Dicen una cosa y hacen otra”
Is 1, 10. 16-20; Sal 49; Mt 23, 1-12.
La Cuaresma nos debe preparar a la Pascua del Señor llevándonos al centro del mensaje de Jesús y a lo que orienta nuestro seguimiento. Por eso escuchamos textos como el de hoy, donde Jesús denuncia las actitudes de los escribas y
fariseos, que son totalmente contrarias a las de un discípulo (“dicen una cosa y hacen otra”, “todo lo hacen para exhibirse”, “les gusta ocupar los primeros lugares”) llegando a la conclusión: “el mayor de ustedes, que se haga el servidor de los demás”.
Jesús sabe muy bien que todos tenemos un “pequeño tirano” dentro de nosotros, un pequeño monstruo que quiere el poder y el prestigio, que quiere dominar, ser superior y controlar, que cree que es el único que ve la verdad, que tiene siempre la razón. Este tirano se vuelve aún más peligroso cuando dice hacerlo todo en el nombre de Dios, usando la religión como escudo (era lo que hacían los fariseos) y escondiendo su verdadero rostro egoísta detrás de una máscara de virtud y piedad.
La lucha de la conversión a la que se nos llama en esta Cuaresma consiste, precisamente, en desenmascarar a este “tirano” y liberarnos de él, mirando el camino de Jesucristo. El mayor entre los hombres, es el que más sirve a sus hermanos.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Silviano Calderón S. C.M.
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