“Levántate y ponte en medio”
1 Sam 17, 32-33. 40-51; Sal 143; Mc 3, 1-6.
Este pasaje evangélico refleja bien el conflicto que Jesús tuvo con los personajes que defendían la religión: fariseos y herodianos. ¿Cuál fue el motivo del conflicto en este caso? La curación de un enfermo en sábado. Es decir, para los defensores de la religión, la observancia (sábado) está por encima de la vida (curación de un enfermo). Para Jesús, las cosas son al revés.
A no pocos cristianos les cuesta comprender el conflicto de Jesús con la religión tradicional de su tiempo. ¿Por qué esto? En parte porque se ha vinculado a Jesucristo con la religión de la antigua ley, del templo y de los sacerdotes. Pero la religión se puede entender y vivir de otra manera. Jesús fue profundamente religioso, pero su religión no se adecuó al modelo establecido. La religiosidad de Jesús tuvo claramente estos tres elementos: su fe en Dios Padre; su oración frecuente, prolongada y solitaria; y su ética de respeto y de amor a todos, comenzando por los más necesitados.
Ponerse de parte de la religión que mató a Jesús significa poner en peligro la verdadera fe, la oración y la ética.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Francisco Javier Álvarez Munguía C.M.
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