“Señor, dichosos los que viven en tu casa“
1 Sm 1, 20-28; Sal 83; 1 Jn3, 1-2. 21-24; Lc 2, 41-52.
En este domingo, después de haber celebrado la Navidad, encontramos la fiesta de la Sagrada Familia. Jesús, María y José son propuestos como ejemplo y modelo de toda familia cristiana.
Dios ama profundamente a las familias, por eso ha querido que su hijo naciera en el seno de una familia. Dios hecho hombre vive su humanidad en el calor de un verdadero hogar. La vida de José y María, dóciles a la voluntad divina, está marcada por el cuidado del Niño, y por esa primordial preocupación orientan su vida y su casta afectividad.
Tal vez como María y José, algunas familias han perdido a Jesús “por el camino”, y ni siquiera se dieron cuenta cuándo fue; otras se han dado cuenta que ya no está y no han ido en su busca. Necesitamos volver, ponernos en el camino para encontrarlo.
Hoy pidamos a Dios por nuestras familias, de manera especial por aquellas que se encuentran rotas por las drogas o el alcohol, por aquellas que son divididas por la violencia. Dios las bendiga.
¡Feliz domingo para todos!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Seminaristas del Seminario Vicentino de Tlalpan, Ciudad de México
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