“Los mandamientos del Señor alegran el corazón”
Num 11, 25-29; Sal 18; St 5, 1-6; Mc 9, 38-43. 47-48.
Con la lectura continuada del capítulo 9 del Evangelio según San Marcos, vemos cómo Jesús dedica especial atención a la instrucción de sus discípulos, anunciándoles su pasión, hablándoles del Reino y proponiéndoles un modelo de vida personal y comunitario. En el episodio de este domingo, abre el horizonte de la comunidad cristiana hacia los que están fuera del grupo de los doce y anima a que el mal sea erradicado de la vida de sus discípulos y de la vida de toda persona. Muy parecido a la intención dada en el libro de los Números: “Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor”.
Con todo ello, la invitación de Jesús es clara: hay que tener una visión más abierta y tolerante de lo que implica seguirlo, hay que apoyar a quienes defienden la justicia, aunque no sean de “nuestro grupo” y hay que evitar escandalizar a los menos privilegiados de la comunidad, a los pobres, a los de escasa importancia en el grupo, a los recién integrados a nuestra comunidad parroquial, a los de fe titubeante. Pidamos al Señor nos permita vivir en conformidad con su amor y que esto sea causa de alegría en nuestro corazón.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: César Lara Rincón C.M
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