“El Espíritu es quien da la vida”
Jos 24, 1-2. 15-17. 18; Sal 33; Ef 5, 21-32; Jn 6, 60-69.
Este domingo el relato evangélico según San Juan nos invita a profundizar lo que entendemos por “comulgar”.
En el lenguaje cotidiano, decimos a alguien “comulgo contigo”, cuando nos hace pleno sentido lo que esa persona está diciendo o haciendo y nosotros nos ponemos de su lado y estaríamos dispuestos a dar razón de lo que dice o hace esa persona, a cuya causa nos estamos sumando. En ese sentido, no sólo comulgamos con su mensaje, sino comulgamos con su persona.
Jesús nos dice justo eso: Yo, que soy el Pan de Vida, no los quiero alimentar sólo con mis palabras, de manera teórica, sino con toda “mi carne y mi sangre”, es decir, con toda mi vida, de manera práctica y concreta, con lo que pienso, siento, decido, me mueve a actuar y a perseverar, de modo que le permitan a mi Espíritu vivir con ustedes y a través de ustedes.
Señor, concédeme dejarme alimentar por tu estilo de vida, de modo que pueda decir con San Pablo que vivo, pero ya no soy yo, sino que eres tú quien vives en mí y a través de mí. Amén.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Erick Fernando Martínez Benavides, CM.
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