La multiplicación de los panes
2 Re 4, 42-44; Sal 144; Ef 4, 1-6; Jn 6, 1-15.
Una vez más el Evangelio nos muestra a Jesús compadeciéndose de la gente que está a su lado; se involucra en sus necesidades, quiere compartir con ellos, pero, sobre todo, quiere compartirse.
Sabe que la muchedumbre tiene hambre… y él pudo solo haberles dado de comer, sin embargo, anhela que sus discípulos (nosotros) se involucren (nos involucremos) también; por eso les pregunta sobre cómo resolver esta situación: conseguir comida para tantos. La solución que tienen a la mano parecería que no va a ser suficiente para tan gran necesidad, sin embargo, aún con eso poco que el “muchacho” tiene disponible (5 panes y 2 pescados), Jesús hace el milagro, alcanzó para todos y aún sobró.
Hoy también, ante tanta necesidad, no solo material, Jesús nos pregunta a ti y a mí: ¿qué se puede hacer para mitigar la sed, el hambre, la tristeza, enfermedad, violencia, amargura, soledad, soberbia, avaricia, ignorancia, corrupción…?
Pidamos al Padre nos ayude a reconocer cuáles serían esos 5 panes y 2 pescados que podemos ofrecerle, para ponerlos a disposición y servicio de nuestra familia, amistades, vecinos, comunidad parroquial, compañeros de trabajo o escuela; incluso, al servicio también de los desconocidos.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autora: María Raquel Estrada Díaz.
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