El vicio del poder es tan fuerte que sobresale de todos los vicios conocidos, y los dictadores que están aferrados al poder no quieren soltarlo; aunque se hagan millones de llamadas, reuniones, se busquen influenciarlos entre sus mejores amigos, se hable con sus parientes, no hay forma alguna de convencerlos de dejar el poder y darle facilidad a otros dirigentes que gobiernen.

Ustedes económicamente están bien.  ¿Por qué no se retiran a algún lugar paradisiaco para que disfruten en unión de sus familias los años que les quedan por vivir? Así su pueblo los recordaran que abandonaron el poder dándole oportunidad a otros dirigentes, si lo hacen bien o lo hacen mal ese es su problema, ustedes disfruten y no influyan en las decisiones, no crean lo que les dicen sus esbirros de que el pueblo los quiere, mentira, los pueblos se cansan de el mismo dirigente sea de izquierda o de derecha, porque no solo hay dictadores de izquierda también los hay de derecha que hacen tanto mal a los pueblos con sus robos y sus faltas de principios.

Como ejemplo fíjense en el caso del hermano pueblo de Nicaragua; han arrestado a las figuras presidenciales Félix Madariaga, Juan Sebastián Chamorro, Arturo Cruz y Cristiana Chamorro. Eran posibles candidatos presidenciales que querían recibir la aprobación de su pueblo para que gobernaran el país y ¿dónde están? En la cárcel. Están tras las rejas más de 130 disidentes entre los cuales Dora María Téllez, Hugo Torres, Víctor Hugo Tinoco, Suyen Barahona, Ana Margarita Vijil, Tamara Dávila, Violeta Granera y José Pallais. No se puede gobernar un país metiendo en la cárcel a todos los opositores.

Esta carta abierta, es de amistad, a estos gobernantes, no estoy incitando a la violencia, al contrario, siempre hemos luchado por las negociaciones, por llegarle al corazón a los que tienen el poder para que no derramen la sangre de sus hermanos, recuerden que las luchas fratricidas solo dejan el odio entre los hermanos y caen muchos que nada tienen que ver.

Durante la pasión de Jesús hay una escena en la que Cristo le dice a Pedro, quien con su espada había cortado la oreja de Malco, criado del Pontífice: “Pedro mete tu espada en su funda….quien a espada mata…. A espada morirá”. Nuestros refraneros populares también se refieren a ello con menos autoridad que el Evangelio y dicen: “el que a hierro mata, a hierro muere”, o “El que la hace la paga”. Y yo estoy seguro que ninguno de ustedes quiere esto para ustedes o sus familias.

Ojala que estas palabras lleguen a sus oídos y termine esta ola de violencia en nuestra América, y todos sigamos el camino de nuestro Cristo Rey.

 Por Víctor Martell