“El Espíritu Santo les enseñará lo que hay que decir”
Ef 1, 15-23; Sal 8; Lc 12, 8-12.
Hoy Jesús hace una advertencia más a sus discípulos: los van a perseguir, van a tener que enfrentar a las autoridades, los acusarán de infieles a la ley y revolucionarios frente a los esquemas del mundo, los considerarán peligrosos y rebeldes. Y los consuela: “No se preocupen…” el Espíritu Santo será su abogado defensor y su fortaleza, para que se mantengan firmes dando testimonio de los valores del reino.
No se preocupen, son bellas palabras que Jesús quiere tengamos presente en toda circunstancia. No será fácil que el Reino se vaya abriendo camino en esta selva en que han convertido el mundo, no será fácil construir la cultura del amor y la solidaridad de entre las ruinas que deja el egoísmo y la depredación del hombre… no será fácil pero no se preocupen, el Espíritu (“mi” Espíritu), que es fuego y viento, que es escultor y arquitecto, médico y consejero… estará con ustedes guiándolos, sosteniéndolos, curándolos, animándolos.
No se preocupen, pero no dejen de trabajar, no se rindan, no se sometan, no dejen de soñar el nuevo mundo que ya está naciendo. Díganlo a todos, inviten a todos.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Silviano Calderón Soltero CM
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