“La semilla es la palabra de Dios…”
1 Cor 15, 35-37. 42-49; Sal 55; Lc 8, 4-15.
“Un sembrador fue a sembrar lo mejor de su semilla, parte caía en el surco, parte en la orilla… El sembrador que sembraba desde el comienzo sabía que dependía del suelo la suerte de la semilla.” Así resume un canto la parábola de hoy y que Jesús mismo explicó a sus apóstoles.
¿Qué clase de tierra somos? ¿Cómo recibimos la Palabra del Señor? ¿Cuáles son los frutos de santidad que el Señor espera de nosotros?
Hoy celebramos la memoria de San José Ma. De Yermo y Parres, santo mexicano que nació en el Edo. de México en 1851 y murió en
Puebla en 1904. Él fue “buena tierra” en la que el Carisma Vicentino fructificó como exquisita caridad al servicio de los más pobres, cuyas grandes necesidades no admitían demora. Fundó para atenderlas, a las “Siervas del Sagrado Corazónde Jesús y de los Pobres”. Supo “convertir sus dificultades en amor y paz llevándolas al Sagrario”. Su lema “Dios proveerá” sigue inspirándonos confianza.
¡Señor esperamos de ti, lo que necesitan los Pobres!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
María Mares Padilla HC
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