«Para esto he sido enviado»
1 Cor 3, 1-9; Sal 32; Lc 4, 38-44.
Jesús cura a la suegra de Pedro y ésta se pone a servirles… Al caer de la tarde los que tenían enfermos se los llevaron y Jesús los sanó imponiéndoles sus manos. Luego, al amanecer, se retiró a un lugar solitario, seguramente a orar como acostumbraba… pero la gente lo buscó tratando de retenerlo… Él les replicó: “Debo anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios también en las otras ciudades…”
San Vicente de Paúl decía: Hemos sido llamados para hacer lo que el Hijo de Dios hizo en la tierra, para continuar su tarea…
Los que formamos la familia vicentina, al igual que todo bautizado, también hemos sido enviados a ser misioneros, a evangelizar de palabra y de obra, por todas partes a donde el Señorquieraquevayamos. Ysomos enviados a hacerlo como Jesús: curando, enseñando, predicando… mediante la misión y la caridad. Así fue la vida sencilla de los Beatos a quienes recordamos hoy, que se entregaron en el diario vivir y en el martirio, por fidelidad a la fe verdadera y por amor a la Iglesia.
¡Señor que sepamos serte fieles!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
María Mares Padilla HC
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