¿Cuál es el objetivo de esta confraternidad?

Naturaleza de esta confraternidad: Confraternidad de educadores Vicentinos de América Latina con voluntad de trabajar aunando criterios en pos de una excelencia educativa que tenga como pilar fundamental el mensaje evangélico y el carisma Vicentino.

Objetivo Inmediato:

Ahondar en el  conocimiento del carisma vicentino a través de la formación y de las distintas realidades que nos interpelan como comunidad.

Convoca a docentes vicentinos de AL con el fin de compartir experiencias educativas de  los distintos centros educativos de la FV en AL, intercambiar proyectos y formarse en el carisma vicentino.

Objetivo a Mediano Plazo:

Trabajo mancomunado de todos los miembros de la Confraternidad, en la planificación de criterios comunes que busquen el protagonismo de nuestros estudiantes en su elección por los más pobres.

Visión:

En la actualidad cada escuela dependiente de distintas ramas vicentinas trabaja de manera aislada o nucleada en pequeños grupos según su cercanía o rama de pertenencia.

Cómo se podría participar en esta confraternidad

Desde la experiencia y la voluntad de formar parte de la confraternidad que busca la formación en el carisma y su trasmisión como multiplicadores.

Pueden solicitar información al P. Fernando Sanchez C.M., pf44tnch@gmail.com

 Mensaje de gratitud a FAVILA en apertura a la Familia Vicentina Internacional.

Como miembros de CEVAL queremos agradecer su  interés en el surgimiento de distintas Confraternidades, en particular la de educadores de la que formamos parte, para poder así encontrar el sentido de pertenencia a la Familia Vicentina, vivir el carisma en comunidad de hermanos y transmitirlo en nuestros colegios.

Agradecemos a FAVILA por el trabajo de animación que realiza a la FV en América Latina en consonancia a FV Internacional. En este esfuerzo de acortar distancias dando a conocer las iniciativas que surgen en nuestro continente para un mayor enriquecimiento de la espiritualidad como hijos e hijas todos de san Vicente.

“¿Dónde habita nuestro Señor? En los sencillos de corazón”. San Vicente de Paúl.