«Sean astutos como las serpientes y sencillos como las palomas»
Os 14, 2-10; Sal 50; Mt 10, 16-23.
La palabra “astucia” hace referencia a ser prudente y precavido, a la habilidad de una persona para comprender, analizar o resolver alguna situación que es compleja o difícil, o evitar el engaño.
Jesús nos pide que trabajemos por tener esta virtud en nuestra vida, para escucharlo a Él y no a los falsos profetas; cultivar la virtud de saber a quién escuchar, tener astucia para elegir la información que nos llega por las redes sociales, noticias, películas, etc. A veces creemos más a esos medios que a la misma Iglesia, sacerdotes, o a personas que nos aman y nos aconsejan para nuestro bien.
Para distinguir el bien del mal hay que analizar frente a Jesús lo que vemos, lo que oímos todos los días y quedarnos con lo mejor para evitar ser engañados, manipulados. Tanta información sin analizar nos confunde y nos aleja de Cristo. Nos pueden hacer pensar que hay pecados que ya no son pecados, que la Iglesia debe actualizarse. Pero Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre.
Madre mía, guía a todos los que tienen el encargo de dirigir y catequizar: el Papa, Obispos, Sacerdotes, catequistas, padres de familia…
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Carmen Elisa Arteaga Solís
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