“Señor, mi vida está en tus. manos…”
1 Re 19, 19-21; Sal 15; Mt 5, 33-37.
Jesús dijo a la multitud: “Ustedes han oído lo que se dijo a sus antepasados: ‘No jurarás en falso, y cumplirás lo que has jurado al Señor’.”
¿A que se debe que cuando pasa algo serio en nuestra vida y nos llaman para dar nuestra palabra, sentimos miedo y dudamos de nosotros mismos?
¿O cuando contamos lo que nos sucedió, no nos creen y nos dicen: Júralo por Dios? ¿Te ha pasado?
Es que continuamente ponemos nuestra integridad en juego y muchas veces, por querer pasar un rato agradable, decimos sí cuando es no y no, cuando es sí; y en algunos, esto se hace costumbre, llegando incluso a involucrar a otros en su mentira.
En el evangelio de hoy Jesús nos invita a mirarlo como un modelo total de integridad y honestidad, y a tener valor para mirar hacia adentro de nosotros mismos y preguntarnos: ¿Qué importancia le doy a la verdad en mis relaciones con los demás?
¿Me amo lo suficiente para mantener mi integridad en alta estima? ¿Soy yo honesta/o conmigo misma/o y frente a Dios?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Sor Yolanda Elvira Guzmán Yeh, H.C.
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