Las Hijas de la Caridad de Cali (Colombia), han publicado el siguiente video, invitándonos a todos a poner nuestra vida y al mundo entero confiadamente en las manos intercesoras de nuestra Madre, en estos tiempos de tantas tribulaciones:

Virgen Milagrosa, en tus apariciones de 1830 a santa Catalina Labouré, tus manos sostenían una esfera de oro coronada con una cruz y dijiste: «Este globo representa el mundo entero y cada persona en particular». Tú mantenías una actitud suplicante, como ofreciendo el globo al Padre Celestial; luego lo acercabas a tu pecho acogiéndolo con ternura. Unas veces mirabas al cielo y otras a la tierra.

¡Oh, Madre Milagrosa! Si no fuera por tu «sí» al plan de Dios, el Espíritu Santo no hubiera fecundado tu vientre y el universo se hubiera privado de tu alegría salvadora. Si no nos hubieras dado a Jesús, no tendríamos el más hermoso y valioso de los tesoros, como es la sagrada Eucaristía. Si no fuera por tus manos, el mundo se derrumbaría. Si no fuera por los rayos de luz que brotan de tus manos benditas, el mundo permanecería en tinieblas; si no fuera por tu oración de intercesión ante el Padre, el mundo estuviera perdido.

Hoy, Virgen María, el mundo está coronado con la cruz de muchas “pandemias” y de sus consecuencias; con la cruz del sufrimiento y del dolor; del miedo y de la desconfianza; de la guerra y de la enfermedad; de la pobreza y la desigualdad; de la soledad y la muerte; en fin, con las muchas cruces que prolongan la crucifixión de tu Hijo Jesús.

Por eso, hoy te consagramos el mundo y en él, la Iglesia, cada continente, cada nación, cada ciudad, cada gobierno, cada familia y, sobre todo, el corazón de tus hijos e hijas. Virgen Milagrosa, toma de nuevo el mundo entre tus manos, míranos con tierna compasión, y ofrécelo permanentemente al Padre Celestial en actitud de súplica e intercesión. Luego, acércalo a ti para que al sentir los latidos de tu corazón maternal, recupere la paz, la confianza y la serenidad, como el niño cuando está en el regazo de su Madre. Continúa sosteniéndolo, con tu protección, tu oración, tu misericordia y tu cuidado maternal.

• Que nuestros sufrimientos encuentren consuelo en tu corazón y el sentido de la cruz en tu Hijo Jesús.
• Que esta pandemia actual o de cualquier otra clase, sea erradicada por Jesús, a través del poder que te da el Ser la Inmaculada concepción.
• Que nuestras necesidades obtengan de Ti su ayuda.
• Que nuestros miedos y dudas encuentren en Ti la confianza en Dios.
• Que nuestras dificultades y problemas encuentren en Ti un camino de esperanza.
• Que nuestros deseos, sueños y proyectos sean guiados por la luz del Espíritu Santo través de Ti.
• Que los enfermos recobren la salud; los que están en riesgo sean protegidos; los que han perdido la esperanza, vuelvan a confiar; los que carecen de todo encuentren la solidaridad; los que carecen de fe, conozcan el amor de Dios.

Alcanza para el mundo, oh virgen Milagrosa, la salud física y espiritual, la conversión y la curación, la firmeza de la fe y la oración constante, la apertura de las fronteras del corazón para acoger a los que sufren; la belleza y la armonía ecológica, la justicia y la paz entre las naciones; la unidad de la Iglesia; la primacía de Dios sobre todas las cosas y el cumplimiento de su voluntad; el perdón y la misericordia de Jesús salvador; la santidad y el amor del Espíritu Santo transformador.

Nos consagramos y nos ponemos a tu disposición, Madre, para hacer lo que Jesús nos diga, como lo hiciste Tú en las bodas de Caná. Contamos contigo, Virgen Milagrosa, y tú cuenta con nosotros, porque, desde ahora, el mundo, y en él cada uno de nosotros, somos tuyos y para siempre.

Reina Celestial, Virgen Milagrosa, que por Ti lleguemos y demos Honor y Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu santo, por los siglos de los siglos. Amén.

Sor Flor Marina Giraldo R.
Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl
Provincia de Cali-Colombia