“Vayamos con alegría al encuentro del Señor”
2 Sam 5, 1-3; Sal 121; Col 1, 12-20; Lc 23, 35-43.
La fiesta de Jesucristo, rey del universo, nos lleva a concluir el año litúrgico que hemos seguido de la mano del Evangelista Lucas, quien nos ha ido dando las claves para descubrir a Jesús y su mensaje de salvación universal, poniendo en primer plano la misericordia de Dios y la preocupación por los pobres y marginados.
En la primera lectura se nos habla de la unción de David como rey de Israel con la misión de “apacentar” al pueblo. Jesús heredó, por su condición de Mesías, un reino que apacienta con cariño y lleno de misericordia, reino que se proclama en el himno cristológico de la segunda lectura.
En el Evangelio se nos presentan las actitudes de los que rodean la escena de la crucifixión de Jesús quien manifiesta, en esa situación dolorosa, que su Reino no es como los de este mundo pero está para ese mundo.
Los obispos mexicanos han instituido este domingo como el Día del Laico. Una buena ocasión para tener presente que cada bautizado es enviado a realizar la misión del mismo Jesús.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Sor Carolina Flores H.C.
0 comentarios