“Dios salva al que cumple su voluntad”
1 Mac 2, 15-29; Sal 49; Lc 19, 41-44.
Hoy celebramos la Presentación de la niña Virgen María en el templo. Es una antigua tradición que viene desde el Siglo VI y que da origen a esta fiesta mariana. El breve texto evangélico de hoy nos habla de la inmensa tristeza de Jesús que lo llevó a llorar describiendo el futuro que le espera a Jerusalén. Usa las imágenes de guerra, que eran comunes en aquel tiempo, cuando un ejército atacaba a una ciudad. Jerusalén ya había sido destruida por Nabucodonosor y las legiones romanas lo volverán a hacer alrededor del año 70.
La advertencia final de Jesús es para esa situación y para cualquier otra: “Porque no reconociste el momento en que fuiste visitada por Dios”. Jesús llora porque no han reconocido a Aquel que trae la paz, llora por la cerrazón del corazón, porque no se dieron cuenta de la necesidad de salvación que tenían.
Mirando la situación actual del mundo, de nuestro país: ¿Jesús lloraría ahora? Y por lo que a cada uno nos toca ¿Nos volvería a decir: “No has reconocido el tiempo de la visita de Dios”? ¿Sentimos necesidad de la visita de Dios?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Sor Carolina Flores H.C.
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