«Cuando des un banquete, invita a los pobres…»

Sir 3, 19-21. 30-31; Sal 67; Heb 12, 18-19. 22-24; Lc 14, 7-14.

El modelo de vida de todo cristiano es Jesucristo, en Él debe centrar toda su vida. El tiempo para que Jesús pueda cumplir con su misión se acaba, en estas circunstancias, en el evangelio de hoy, participa en un arriesgado banquete donde están las miradas atentas de los fariseos que le vigilan con el propósito de sorprenderle en el incumplimiento de la Ley y acusarle pero, para Jesús, aquella ocasión se convierte en la oportunidad de ir en busca de lo pecadores y mostrarles el rostro de misericordia del Padre. El que no tiene en donde reclinar la cabeza, desde su nacimiento se puso en el último lugar y permaneció en el lugar de los pobres; pero fue exaltado con el nombre sobre todo nombre y puesto a la derecha del Padre. Por eso nos invita a ponernos ahí, en el lugar de los últimos, con el propósito de que al seguir sus pasos, terminemos finalmente junto a Él para siempre.

En este año 2019 celebramos el 175 aniversario de la llegada de las Hijas de la Caridad y la Congregación de la Misión a México, con ellos llegarían las demás ramas de la Familia Vicentina. En estos dos meses haremos memoria de ese acontecimiento.

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Jesús Plascencia Casillas C.M.