«El reino de los cielos se parece a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas»
2 Cor 10, 17-11, 2; Sal 148; Mt 13, 44-46.
El evangelio de este día hace una clara alusión a la santa que celebramos, Santa Rosa de Lima. Pero es ante todo un llamado para la Iglesia a ser como las primeras doncellas que esperan al novio con la lámpara encendida. Hay otra alusión también a la alegría y festividad con la que nuestra vida está llamada a llenarse.
¿Cómo lograrlo, viviendo inmersos en este mundo que nos da tantos motivos para tener miedo y desesperanza? ¿Cómo conciliar tal festividad sin abstraernos de los problemas que enfrentamos?
¿Cómo estar alegres, mirando que las aguas de nuestros mares y ríos se pierden contaminándose, lo mismo el aire que respiramos? La respuesta no está en una fórmula mágica, sino en la colaboración y compromiso de todos para lograr detener éstos y otros males que nos amenazan. El camino está en el trabajo y esfuerzo nuestros para participar con Dios, que quiere que todos sus hijos logremos una vida más plena y santa.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Emmanuel Velázquez Mireles, C.M.
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