Gn 27, 1-5. 15-29; Sal 134; Mt 9, 14-17.
Hoy celebramos a Sta. Ma. Goretti, “pequeña y dulce mártir de la pureza”. A los 9 años se hace cargo de sus 6 hermanos. Cuando hace su 1ª. Comunión, a los 11 años, hizo el propósito de morir antes que cometer un pecado. Es atacada por un vecino, al que ella rechazó diciéndole que prefiere la muerte antes de ofender a Dios. El joven se enfureció y le dio muerte de 14 puñaladas. María antes de morir perdonó a su atacante. Fue canonizada por Pío XII el 24 de Junio de 1950.
Jesús nos enseña a vivir de una manera nueva. Los discípulos de Juan el Bautista estaban todavía atados a la Ley de Moisés y los múltiples preceptos que se le fueron añadiendo (más de 600), entre éstos, los ayunos. No han descubierto que la fiesta del Reino de Dios ya ha comenzado.
Jesús se identifica con ese novio del que hablan los profetas; y está con sus invitados, sus discípulos. ¿Pueden éstos estar tristes en la fiesta de bodas? La Buena Nueva de Jesús, no cabe en personas tristes. Si seguimos atados a viejas costumbres y no comprendemos que Jesús nos ha traído el Reino de amor, paz y justicia para los pobres y oprimidos, y solo vemos los mandamientos como reglas y obligaciones, nunca corresponderemos al amor de Dios. Abramos nuestro corazón a su infinito amor.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Corina Garza
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