2 Cor 12, 1-10; Sal 33; Mt 6, 24-34.
“No se agobien por el mañana”
Podemos decir que los seguidores de Cristo tenemos una herramienta para la vida, es el nuevo proyecto que nos enseñó Jesús y que se resume en el reino de Dios. Ahora bien, cuando encontramos un tesoro no nos deshacemos de él sino que lo aprovechamos al máximo. Es precisamente de esta manera como hay que vivir, con el tesoro del proyecto de Dios, alternativo al mundo individualista y deshumanizador. Pero es curioso que uno de los enemigos de este proyecto sea el dinero.
El evangelio pone una disyuntiva: Servir a Dios o servir al dinero que crea conflictos; dinero acumulado para las guerras, para la destrucción del medio ambiente, para enriquecer a pocos y empobrecer a muchos.
Sólo cuando sabemos ser hermanos y fieles a Dios podemos ver las cosas de otra forma, por ejemplo usar el dinero como ofrenda para la salud, la familia, como alimento para los necesitados, para ser solidarios con los otros. Pongamos pues en práctica esta enseñanza que nos deja el evangelio y no nos preocupemos tanto por el mañana sino que vivamos el presente empeñados en la construcción del reino de Dios.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Seminaristas del Seminario Mayor Vicentino de Tlalpan, Cd. de México
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