Evangelio y Vida para el 30 de marzo de 2019

por | Mar 30, 2019 | Evangelio y Vida, Formación, Reflexiones | 0 comentarios

“El publicano regresó a casa justificado, el fariseo no”

Os 6, 1-6; Sal 50; Lc 18, 9-14.

La parábola de los dos hombres que “suben al templo a orar”, es conocida y desconcertante. Los dos comienzan su plegaria con la misma invocación: “¡Oh Dios!”, sin embargo la forma de presentarse y el contenido de su oración, es muy diferente.

El fariseo ora “erguido”. Se siente seguro ante Dios. Ha cumplido todo lo que le pide la ley. Habla de sus ayunos y sus diezmos pero no de sus actos de caridad. Le basta su vida religiosa.

El publicano en cambio, entra al templo pero “se queda atrás”. No merece aquel lugar sagrado. “No se atreve a levantar los ojos al cielo”. Siente de verdad su pecado.

La conclusión de Jesús es revolucionaria. El publicano no ha podido presentar a Dios ningún mérito, pero ha hecho lo más importante: acogerse a su misericordia. El fariseo en cambio ha salido como entró.

Los cristianos corremos el riego de pensar que “no somos como los demás”. La iglesia es santa, pero los que la conformamos luchamos siempre contra el pecado. Al acercarme a mi oración ¿lo haré como el fariseo o como el publicano? Cantará el salmo: “Misericordia quiero, no sacrificios, dice el Señor”..

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: José Luis Rodríguez Vázquez

Etiquetas:

0 comentarios

Enviar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

homeless alliance
VinFlix
VFO logo

Archivo mensual

Categorías

Sígueme en Twitter

colaboración

Pin It on Pinterest

Share This
FAMVIN

GRATIS
VER