Gen 37, 3-4. 12-13. 17-28; Sal 104; Mt 21, 33-43. 45-46.
«Este es el heredero, vamos a matarlo»
En las lecturas de hoy predominan las intenciones de asesinato contra hombres inocentes. El Génesis nos descubre las intenciones de los hermanos de José: “Ahí viene ese soñador. Démosle muerte”. Su pecado es ser el favorito de su padre, lo que provoca el odio de sus hermanos. Al grado de ni siquiera dirigirle el saludo.
En el Evangelio se nos presenta la parábola de los “viñadores asesinos”, que puede ser la más dura crítica lanzada por Jesús contra los líderes religiosos de su pueblo. Los trabajadores llegan a sentirse dueños del campo y están dispuestos a matar a quien se oponga, así sean otros siervos o el mismo hijo del dueño.
Aunque pensemos que esta parábola tan amenazadora vale para el pueblo del Antiguo Testamento, la parábola también habla de nosotros. De las veces en que como hombres y mujeres de iglesia nos hemos sentido dueños de la viña. De las veces en que como pastor, como líder de grupo eclesial o simplemente como creyente, he tenido la soberbia de creer que el Evangelio es solo mío y veo como amenaza a todo aquel que vive más intensamente que yo la novedad de la Palabra, simplemente porque no es de los míos.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: José Luis Rodríguez Vázquez
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