Sab 3, 1-9; Sal 123; Cor 4, 7-15; Lc 9, 23-26.
“Fijos los ojos en Jesús”.
El texto de la carta a los Hebreos que escuchamos hoy nos invita a tener los ojos fijos en nuestro Salvador Jesús, quien “soportó la cruz sin miedo a la deshonra”. Nos invita a fijar nuestra mirada en Jesús nuestro amigo, que asumió la condición humana, incluso hasta en la muerte. Él es nuestro ejemplo de amor y de obediencia al Padre, de amor por los amigos y enemigos; es nuestro ejemplo de cómo pedir a Dios que perdone los que nos hacen daño, porque nosotros ya los hemos perdonado.
Este ejemplo de Jesús es lo que le dio fortaleza a San Felipe de Jesús, primer mártir mexicano, a quien celebramos en este día. Felipe de Jesús, siendo muy joven, dejó las riquezas de este mundo por el tesoro de consagrarse a Dios. Su nueva vida lo llevó a evangelizar en el Japón y a morir martirizado por su fe en Cristo.
Ya san Vicente de Paúl nos decía: “Para morir como Jesucristo, hay que vivir como Jesucristo”.
¿Tú estilo de vida te permite poner la mirada en Jesús, o te impide verlo y seguirlo?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Gladys López Pérez, hc
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