2 Tim 4, 9-17; Sal 144; Lc 10, 1-9.
“La mies es mucha y los obreros, pocos”
Si nos pudiéramos ubicar dentro este Evangelio, nos podríamos encontrar entre aquellos “otros setenta”. Somos seguidores de Jesús asumiendo el desafío de entrar en la escena de su Evangelio; oímos y miramos; somos enviados al mundo, no llevamos ningún recurso, sólo una visión clara, nuestros regalos interiores únicos y un corazón abierto, y en muchas partes del mundo podemos ser “como un cordero en medio de lobos”. La expresión de nuestra fe es fácil de decir “Paz en esta casa, paz contigo”. Nuestro deseo es curar las heridas de división entre las personas.
No podemos abandonar esta visión “del reino” si queremos permanecer en la escena del Evangelio entre los “otros setenta”.
Oramos, con profunda gratitud, por la persona de San Lucas y de los otros evangelistas. Es a través de ellos que nosotros y millones de otras personas, podemos llegar a conocer a Jesús, y escoger seguirlo. Pedimos la gracia de estar listos y deseosos para compartir la alegría del Evangelio dondequiera que estemos, confiando sobre todo en el poder de nuestra misión. Rezamos para ser uno de los obreros enviados a la abundante cosecha.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Adrián Acosta López, CM
0 comentarios