Hch 4, 13-21, Sal 117; Mc 16, 9-15.
“Vayan al mundo entero”
El Evangelio de este sábado nos hace un resumen de la Palabra escuchada en esta Semana Grande de la Pascua. Ahí aparece la Magdalena –apóstol de apóstoles–, los de Emaús, los Once… Y después de esa panorámica, nos deja un mensaje final: “Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio a toda la creación”. En este sábado, Jesús nos regala dos mensajes que se refieren a nuestro compromiso misionero:
–El mandato de ir al mundo entero inaugura en nosotros un talante de apertura universal. La resurrección elimina todas las barreras étnicas, culturales, económicas, religiosas que los hombres hemos construido para acotar este mundo.
–Predicar el evangelio a toda la creación. En este “diálogo de vida” cada vez más amplio, somos invitados a reconocer las huellas del Resucitado dondequiera que se encuentren, sobre todo, en las manos y los pies traspasados. Donde hay una mujer o un hombre que sufre, allí contemplamos el rostro de Cristo que prolonga su pasión.
La resurrección nos abre a un diálogo universal, pero no a un universo vacío. Hablar de Jesús con el lenguaje de la propia vida es algo a lo que no podemos renunciar.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Juan Rodríguez Gaucín, cm
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