«Yo no he venido por mi propia cuenta, he sido enviado por aquel que es veraz y a quien ustedes no conocen»
Sab 2, 1. 12-22; Sal 33; Jn 7, 1-2. 10. 25-30.
El evangelio de este día nos lleva a profundizar en la iniciativa que el Padre ha tenido para con la humanidad, Él ha sido el primero que desea salvar, dar vida en abundancia, caminar a nuestro lado. El Padre, a quien no conocemos, se ha querido revelar plenamente en la persona de Jesús de Nazaret.
Jamás será un extraño o un desconocido, mucho menos lejano a nuestra vida y circunstancias.
Mas, si alguno no desea entrar en su misterio, si decide hacer camino por todos los lugares donde el viento sople sin encontrarse con la Verdad, será porque no ha creído en el Hijo ni ha aceptado su palabra.
Creer es una respuesta que nos coloca de frente a Dios y a su proyecto de vida, creer nos lleva a medir nuestros intereses y opciones de vida en el amor de Aquel que nos amó primero, por eso, creer no culmina en el ámbito intelectual sino existencial. Todo nuestro ser queda comprometido.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Emmanuel Velázquez Mireles, cm
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