Dn 5, 1-6.13-7.23-28; Sal: Dn 3, 62-67; Lc 21, 12-19.
“Con su perseverancia, salvarán sus almas”
Vino, manjares, carcajadas, sacrilegios, dioses y muchos invitados. El festín de Baltasar (primera lectura) es el festín de poder, su resumen, su símbolo y su denuncia. Fuera, mientras, están los perseguidos, los pobres, los esclavizados por el sistema. También fuera y expulsado se halla el Dios paciente y justo y defensor de los pobres. Los falsos dioses –el poder, el dinero, el orgullo, el vientre, el desprecio– tienen sus días contados, y hay una mano que escribe su juicio. Esta viciosa vida tiene su fin, nada ha hecho que permanezca, y sus obras y su soberbia se van con ella.
“Los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y a las cár- celes”, dice Jesús a sus seguidores en el evangelio. Y así ha sido y así sigue siendo. En un país como Suecia sólo hasta el año 1977 apareció una ley permitiendo convertirse al catolicismo. La prohibición duraba desde el siglo dieciséis.
El pasado junio, el Secretario de la OEA presentaba como prioridad introducir la ideología de género en los Estados miembros para impedir las diversas discriminaciones “por motivos de orientación sexual, identidad o expresión de género” y etc., etc., etc.. Y bajo ese buen pretexto, ya sabe usted lo que sigue. Resulta que, sin comparación, son los grupos cristianos los más perseguidos y ridiculizados a nivel mundial. Pero de su persecución y discriminación, estos celosos vigías de la Ideología de Género no tienen nada que decir, ni nada que recomendar. Ni la OEA, ni la ONU ni la UE ni sus múltiples agencias y cuentas bancarias. ¿Les interesan las víctimas o sólo la ideología que desean imponer?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Honorio López Alfonso, cm
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