El 30 de septiembre tomó posesión de su cargo de servicio la nueva Mesa Nacional de la SSVP España. Al frente de la misma, el Presidente Nacional Juan Manuel Buergo.
Con una solemne Eucaristía, los miembros de la nueva Mesa Nacional de la Sociedad de San Vicente de Paúl en España han tomado posesión de sus cargos de servicio al frente de la Institución.
Acompañados por una nutrida representación de las distintas Ramas de la Familia Vicenciana, instituciones del Tercer Sector, Jerarquía Eclesial, consocios y voluntarios de toda España, se han comprometido en su servicio para con la Sociedad de San Vicente de Paúl los siguientes consocios:
- Presidente: Juan Manuel Buergo
- Presidenta Honoraria: Concepción de Tuero
- Vicepresidenta: María Luisa Téllez
- Secretaria: Rosario Granda
- Tesorero: José Sánchez
- Asesor Religioso: P. Santiago Azcárate
- Vocales:
- Carmen Garcés
- Concepción Sanz
- Andrés Merchán
- Francisco Holgado
- Miguel Hombre
- Joan Sas
Al finalizar la Eucaristía, celebrada por el P. Santiago Azcárate, se dio lectura a una Carta del Presidente General Internacional, Renato Lima de Oliveira, dirigida a la SSVP España y, posteriormente, Juan Manuel Buergo, dio su primer discurso; investido ya como Presidente Nacional de los vicentinos españoles.
Discurso del Presidente Nacional en la toma de posesión
Invocando al Señor quiero comenzar estas palabras y con la seguridad que la gracia de Dios es más fuerte que mi indignidad,es por lo que he aceptado, después de vencer ciertas resistencias, esta inmensa responsabilidad que habéis puesto en mis manos sin tener yo mérito alguno para ello.El Señor a veces también se sirve de personas débiles para hacer su santa voluntad y es en esta confianza, en la gracia,por lo que pido vuestro apoyo para desempeñar juntos el programa que habéis votado. Las Conferencias necesitan ahora de un mayor compromiso para emprender nuevos caminos que acrecientenel doble fin con que se fundaron: “Ser útiles a nuestros hermanos y a nosotros mismos”. Juntosen oración y en comunidad fraterna, que es el germen de nuestra querida Sociedad San Vicente de Paúl.
Los planes de Dios siempre nos exceden y por lo tanto a veces nos abruman, pero si reconocemos que Dios nos ama,nos sentiremos con la suficiente confianza, con la suficiente fuerza, con la suficiente ilusión, para dejarnos inundar por Su gracia y renacer todos los días, para cumplir su voluntad.El lema que encabeza el mandato que ahora me otorgáis para ser vuestro servidor, está encaminado a fomentar la fraternidad entre nosotros los consociosy el sentido de pertenencia a las Conferencias y, por tanto, extensivo a la Familia Vicenciana. Lo quiero recordar, está copiadode una carta que escribenuestro principal fundador Federico Ozanam, desde Pisa en 1853, cuando ya estaba herido de muerte:
“…Lágrimas de alegría se escapan de mis ojos, cuando encuentro a tan gran distancia nuestra pequeña familia, siempre pequeña por la discreción de sus obras, pero grande por la bendición de Dios. Aunque hablando diferentes lenguas, las manos se estrechan siempre con una cordialidad tan fraternal que bien podrían reconocernos por la misma señal con que reconocían a los primeros cristianos: ¡Mirad cómo se aman!”.
Esta misma emoción, la misma que sintió Federico es la que sentimos cuando nos sabemos reconocidos por nuestro amor entre nosotros. Aquí es donde os pido también vuestra disposición, que avivemos el ánimo y no nos quejemos porque nos sentimos ya mayores, cansados, desbordados oporque no disponemos de suficientes medios. Somos “siervos inútiles” y solo por la gracia podemos afrontar este servicio en esperanza;será sólo por su amor derramado, será con nuestro ejemplo de amor mutuo,cuando se manifieste esa alegría contagiosa,ese compromiso cristiano con el que podamos ilusionar e impulsar un crecimiento sano de las Conferencias de San Vicente de Paúl.Si nos emocionamos de esta manera, si nos sorprendemos a cada paso, sintiendoque el Espíritu Santoes quien actúa en nosotrosy sabiendoque por nuestra cuenta no somos nada pero que con Dios lo podemos todo, estamos dando el paso más importante.“La red de caridad que abrace el mundo”, que anhelaba Federico Ozanam, la vamos tejiendo desde hace 184 años.Hoy, por voluntad de Dios, las Conferencias las conforman 800.000 miembros y están implantadas en 152 países en los 5 continentes. Es por tanto una importante familia, entendida como una red de consocios y voluntarios que trabajan por amor a Jesucristo al servicio de los pobres. Pero como advierte nuestro actual Presidente General, Renato Lima: “también existe una segunda red de caridad, la que se teje entre nosotros, ente los consocios en el día a día. Cuando no existe esta segunda red o se rompe, –y a veces sufrimos estos desgarros porque nuestro ego no deja actuar al Espíritu Santo-, no es posible una existencia sana de las Conferencias, perdemos nuestra esencia. Sin caridad entre los vicentinos, las Conferencias no se hubieran podido mantener unidas por tanto tiempo, sin caridad no hubiera habido tanto respeto ni tampoco tanta disponibilidad al perdón entre nosotros”.
Este año en quese celebra el 400 Aniversario del Carisma Vicenciano:misión y caridad, es necesario que recordemos aquí las palabras amorosas y comprometidas de Ozanam sobre nuestro santo patrón, San Vicente de Paúl: “Un modelo que hay que esforzarse en vivir como él mismo lo vivió, el modelo divino que es Jesucristo. Es una vida que es preciso continuar; un corazón en el que calentar el propio corazón, una inteligencia en la que buscar luces; un modelo sobre la tierra y un protector en el cielo; al que se le debe el doble culto de la imitación y la invocación.”Después de estas bellas palabras de Federico,solo me quedan los agradecimientos. Agradecer a los presidentes servidores que me precedieron en especial a mi antecesora María Luisa Téllez, muy querida por los consocios españoles y de todo el mundo,al consejero espiritual Padre Santiago Azcárate, al resto de los miembros que conforman esta Mesa Nacional, a los vocales de la Comisión Permanente que han aceptado este cargo de servicio, así como a todos los consocios y voluntariosen general, por su abnegada labor reconocida siempre a los ojos de Dios. A todo el personal técnico, empleados, a todos los bienhechores y amigos de la Sociedad San Vicente de Paúl por su labor en pro de los necesitados que atienden las Conferencias.Asimismogracias a los responsables y miembros de las Ramas que conformamos la Familia Vicenciana: Congregación de la Misión, Hijas de la Caridad, Juventudes Marianas, Misioneros Seglares, Asociación Internacional de la Caridad, Medalla Milagrosa y el resto de ramas que estáis aquí, por vuestra disposición a conocernos más y a sentirnos cada vez más familia. Y a todos vosotros por haber asistido a esta ceremonia. Quiero también hacer una mención especial de agradecimiento a los consortes y familiares de los consocios de todo el mundo, que con paciencia soportan las ausencias y en ocasiones también sufren cambios de planes familiares por causa de alguna encomienda de servicio.
Para finalizar, quiero despedirme,en este año que se cumple el 20 Aniversario de la beatificación de nuestro principal fundador, con las mismas palabras que dirigió a los consocios en una asamblea de la Sociedad,cuando apenas tenía 24 años: “Oremos por la prosperidad de la fe católica, por el crecimiento de la caridad entre los seres humanos, para atraer sobre las obras en las que participamos las bendiciones del cielo”.
Que la Virgen Inmaculada, nuestra patrona, proteja a la Sociedad San Vicente de Paúl, a nosotros y a nuestras familias.
Gracias de nuevo por vuestro apoyo. Recibid un fraterno abrazo en San Vicente de Paúl y en el Beato Federico Ozanam.Madrid, 30 de septiembre de 2017
Festividad de San Jerónimo,Padre de la Iglesia
Fuente: http://ssvp.es/
0 comentarios