Los padres Fenelón Castillo y Marlio Nasayó de la Provincia de Colombia nos dan a conocer las conclusiones y resoluciones tomadas en el Seminario de Estudios del Carisma organizado por la Congregación de la Misión de la Provincia de Colombia en la Casa Buenos Aires en Chinauta.
Del 16 al 21 de julio hemos realizado el SEMINARIO DE ESTUDIOS DEL CARISMA organizado por la Provincia de Colombia con ocasión del IV Centenario del Carisma Vicentino. Con el proposito de celebrar este año jubilar quisimos organizar este Seminario para profundizar en los hechos que le dieron origen a este carisma para tomar un nuevo impulso como Familia Vicentina en salida que propicie la llega hoy del Reino de Dios entre los pobres.
Estuvimos presentes 70 miembros de diferentes ramas de la Familia Vicentina: Congregación de la Misión (Padres Vicentinos), Hijas de la Caridad, Sociedad de San Vicente (Ozanam), Asociación Internacional de Caridades, Asociación de la Medalla Milagrosa, Jucovi, Juventudes Marianas Vicentinas, Exalumnos de Padres Vicentinos. La sola composición policroma de grupos ya nos habla de unidad en la variedad: y ello se acentúa si consideramos la procedencia internacional (Colombia, Perú, Venezuela) y las edades que se mezclaron, desde 90 años hasta apenas 20 de edad. Este mensaje va a nombre de este grupo de personas que representan eso que llamamos Familia Vicentina que estudió, fraternizó y celebró reunida y va para todos aquellos que pensaron en nosotros y tal vez nos siguieron con su oración.
- Hemos vivido en fraternidad y exhortamos a vivir en fraternidad. El carisma de Vicente de Paúl nos une y desafía. Aquellos que nos encuentran deben darse cuenta de que somos hermanos y por ello nos llamamos Familia. Y no solamente cada grupo en particular sino todas esas 225 ramas que configuran el inmenso árbol que recibe su savia del fecundo árbol vicentino.
- Queremos vivir una espiritualidad común. No somos una ONG sino que aletea en nosotros ese espíritu que ha generado a lo largo de siglos un modo de pensar, sentir y vivir que ha hecho santos a muchos de los seguidores de San Vicente. Sin espiritualidad no seríamos miembros de esta familia. La Palabra de Dios nos guía y la oración nos hará vivir una verdadera comunión misionera.
- Ha habido figuras protuberantes en esta familia, además de Vicente de Paúl. Luisa de Marillac, Federico Ozanam, Rosalía Rendu, Catalina Labouré y otros, que en algún momento han estado en el origen de nuevas ramas de vitalidad. Esta variedad la hemos sentido en estos días y nos invita a abrir nuestras puertas a quienes tocan a ellas, a ser acogedores con quienes nos abordan, a tener una pastoral vocacional para nuestros grupos y los demás grupos de la familia. Con alegría constatamos que el carisma sigue vivo y que seríamos infieles si llegara a morir en nuestras manos.
- Estaremos abiertos en nuestros grupos a esas nuevas modalidades manifestación del espíritu: cambio sistémico, colaboración de varios grupos en la misma obra, con esa inventividad que caracterizó a Vicente de Paúl. Trabajar en red no es solamente una moda sino una constante histórica en nuestra familia y una necesidad de nuestro tiempo.
- Y hemos de fortalecer esas estructuras de unidad que son los JUCOVIS, las asambleas de la familia, los encuentros, los congresos, las Escuelas de Aprendizaje, los Seminarios, como éste organizado por CEVCO, el Organismo Mundial de Unidad y Dirección de esta gran familia.
- Vicente de Paúl, nuestros fundadores, y todos aquellos que nos han precedido en la fe, la caridad y el carisma nos desafían a aprovechar los nuevos Medios de Comunicación masiva, los blogs, etc. para estar enterados y lanzar a otros lo que estamos pensando y lo que vivimos en nuestra actividad apostólica.
- El último día hemos venerado piadosamente las reliquias de Vicente de Paúl y de Luisa de Marillac. Que, siendo fieles a nuestros fundadores y a su carisma cuatro veces centenario, sigamos con la antorcha encendida en esta Iglesia a la cual el papa actual ha calificado como una Iglesia en salida, que no tiene miedo pero tampoco deja de ser humilde al servicio alegre y generoso de nuestros hermanos.
Delegados por los participantes para enviarles este mensaje: padres Fenelón Castillo y Marlio Nasayó, C.M.
Fuente: http://cmglobal.org/
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