Ex 34, 29-35; Sal 98; Mt 13, 44-46.
“El que encuentra un tesoro en un campo, vende cuanto tiene y compra aquel campo”
Sin duda, toda persona en esta vida estamos en “búsqueda” de encontrar un motivo o algo que dé sentido a nuestra existencia.
Y, hoy en día, existen muchos “tesoros” disfrazados que nos proponen o venden la falsa “felicidad” a muy alto precio: el poder, el placer, la droga, el alcohol, el vandalismo, etc., etc.
Al compartir la fe con la gente en las “Misiones Populares”, tenemos la oportunidad de toparnos con muchas personas que hasta parece están solamente “esperando” una invitación, propuesta o simple insinuación para encontrarse con Jesús y decidirse plenamente por Él.
Encontrarse con Jesús es un regalo que él mismo nos ofrece para darle sentido a nuestra vida, reconociendo los propios dones que hemos recibido, sentirnos útiles para los demás en el compartir y en el servicio que les podamos prestara nuestros hermanos más necesitados.
Y tú: ¿Ya encontraste tu tesoro? Recuerda:
“Donde está tu tesoro, ahí está tu corazón”.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Servando Sánchez Ayala, cm
Me ayudan a vivir de mejor manera en lo cotidiano el carisma vicenciano