“Descender de la cruz a los crucificados es la misión de la Hija de la Caridad”, por eso respondemos al llamado de la Compañía ante los gritos y clamores de nuestros hermanos “lo que hemos visto y oído” en la frontera con Brasil, Pacaraima y en Boa Vista:
Hemos visto la realidad de los venezolanos en Brasil:
En Boa Vista, Roraima, se encuentran en un Gimnasio, 179 Indígenas, 49 de ellos niños y 70 criollos, hay problemas de relación por la diferencias en las normas de convivencia y los indígenas se siente discriminados, pues los criollos (no indígenas) se muestran como superiores a ellos. Los acompañan en la organización para la preparación de las comidas y limpiezas la Federación Humanitaria Internacional, Fraternidad y la Congregación Religiosa Gracia y Misericordia. En la reunión realizada con cada grupo expresaron:
- Los indígenas quieren un terreno para sembrar y formar su comunidad indígena en Brasil
- Los criollos una oportunidad, es decir conseguir su documentación para poder trabajar,
- Acompañamiento, que no se les deje solos en la situación en que se encuentran
Dificultades:
- Les conceden las citas para legalizar sus documentos con muchos meses y mientras esperan no pueden trabajar y es cuando los Explotan laboralmente pagando un día de trabajo con una décima parte de lo que les corresponde o no le pagan.
- Hay ancianos con dolores en su cuerpo por dormir en el suelo, sin colchonetas, niños bajos de peso, con aspecto de tener parásitos y desnutrición.
- Cada día llegan más y el gobierno amenaza con sacarlos del gimnasio, ellos no tienen donde ir.
La situación es distinta en Pacaraima, frontera entre Brasil y Venezuela, también llamada La Línea. Viven alrededor de 100 familias, todos indígenas del Delta, Tucupita y Maturín ciudades de Venezuela son asistidas por el párroco el Padre Jesús, que generosamente los acoge y está pendiente de sus necesidades en lo que puede, pues realmente son muchas.
Dificultades:
- Viven al descubierto, en despoblado, en las calles y aceras como vemos en la foto
- Pasan hasta tres días sin comer ni probar ningún bocado, el párroco y la gente del sector les ayuda.
- Los niños se encuentran desnutridos y las enfermedades proliferan, como la malaria, enfermedades respiratorias y la piel
- La dificultad para conseguir trabajo ha aumentado
- El desvalimiento y desprotección lo hacen más vulnerables
- Están privados de todo.
La experiencia compartida con nuestras Hermanas de Boa Vista, fue una riqueza, coincidimos en la urgente presencia de las Hijas de la Caridad, en Pacaraima, con un refugio que pueda acoger y atender las necesidades más urgentes de salud, alimentación y protección.
En Boa Vista el servicio nos parece que consiste en ayudarles a conseguir el terreno a los Indígenas y acompañar para agilizar la gestión de los documentos y facilitarles con ello un trabajo digno, con un acompañamiento cercano, humano, gestador de esperanza.
También nos parece importante escribir a nuestras Hermanas representantes en la ONU, para denunciar esta situación que viven y poder instar al gobierno brasileño actuar en favor de ellos.
Agradecidas a Dios por la oportunidad de encontrarlo en los pobres, agradecidas a las Compañía por impulsarnos a la Caridad y agradecidas a nuestras queridas Hermanas de Boa Vista.
Ponemos en manos de la Santísima virgen el dolor, sufrimiento de nuestros hermanos y las decisiones de nuestros Superiores.
Autoras: Sor Angela M. Gómez T., Sor Ramona Alonso, Hijas de la Caridad
Fuente: http://filles-de-la-charite.org/
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