Heb 5, 1-10; Sal 109; Mc 2, 18-22.
“Mientras el novio está con ellos, no pueden ayunar”
El tema del ayuno es ahora el punto de atención para la gente. ¿Qué es el ayuno? Una práctica espiritual por la que voluntariamente se renuncia a ciertos alimentos por un tiempo definido con el fin de liberarse de los apegos carnales y poner todo el corazón en Dios. El ayuno siempre ha sido y es parte de la disciplina de la Iglesia.
Al reclamo que a Jesús se le hace que sus discípulos no ayunan y los de los otros grupos sí, responde afirmando que no es posible el ayuno porque para sus discípulos es una fiesta su presencia. Jesús es el novio de la fiesta que los ha invitado a compartir.
En encuentro con Jesús es una fiesta que merece vivirse sin limitaciones. La Buena Nueva es mucho más que las simples prácticas tradicionales, es el inicio de una nueva relación con Dios.
La presencia de Jesús pone en crisis a lo viejo. Él es el vino nuevo que con sus palabras y acciones llama a cambiar el corazón y la mente; nuestro modo de ser y de vivir. Jesús, evangelio del Padre, nos inicia en una relación nueva y confiada con el Padre.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Jorge Pedrosa Pérez, C.M.
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